Gobiernate Mujer

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Dos días!... Llevo dos días tratando de evitarlo a toda costa, cambio de lugar con algunos chicos que también cumplen horas aquí, he tratado de evitar verlo

-Buenos días Luz, oh Luz de mi vida, ¿Cómo estas? -Pregunto con un gran entusiasmo pues hoy vengó de muy buen humor y lista por que hoy me toca trabajar en la zona de proyecciones

-Que entusiasmo, ¿Qué te tiene tan feliz? - Pregunta mirándome con una sonrisa llena de ¿Malicia?... No, Luz y malicia no van de la mano

-Pues que hoy me toca trabajar en la sala se proyecciones, sabes que amo ver las estrellas -le contestó mientras buscó mis gafas en mi pequeña mochila

-Lo se mi niña, pero eso será mas tarde, ya que tienes que poner en su lugar las cosas antes de que lleguen los niños a la zona infantil -me dice mientras me da mi gafete y me mira con un brillo que no se descifrar, algo se trae entre manos, lo se, asiento mientras me doy vuelta para dejar mis cosas en una pequeña gaveta que comparto con algunas chicas que al igual que yo hacemos horas aquí, camino hacia la zona infantil que más bien parece zona de guerra... No entiendo como algunos niños hacen tanto desastre si apenas y hablan bien, abro la puerta y me dirijo al pequeño almacén para tomar desinfectante y algunas canastas para guardas los legos

-Yo quiero un pandicornio, yo quiero un pandicornio, yoooooo quieroooouuuu unnnn pandicornio ouuu lalala -Trataba de componer una canción mientras acomodaba las pequeñas sillas y guardaba unos cuantos legos regados por la sala - yoooooooouuuuu quiero uuuun pandicornio ouuuuuuu yeah- detengo mi composición gracias a que escucho un carraspeo detrás de mi, me levanto inmediatamente evitando a toda costa voltear porque se que en este preciso momento el tomate me queda pendejo, pues siento que mis mejillas están tan calientes que casi veo el humo

-Buenas, que milagro que te veo ¿Acaso hoy no me evitas? -No no no, ¿Por qué Luz, por qué me haces esto?, volteo a verlo con una sonrisa de lado dándome un pequeño permiso de verlo, por que vamos, hay que aceptar que de bajo de esa actitud pesada que tiene algunas veces este un chico bastante atractivo, alto, cabello marrón obscuro, brazos fuertes que se marcan con esa camiseta negra que dios le queda... No no Itayetzy ¿Qué rayos te pasa?, gobiernate mujer

-No se de que hablas, no tendría por que evitarte -le digo mientras tomo la canasta llena de legos y me dirijo a ponerlo sobre el librero de cuentos infantiles

-¿Segura qué no?, ¿Entonces por qué ya no tenemos actividades juntos? -Me pregunta mientras comienza a mover los sillones pequeños hacia una esquina, volteo aun con la canasta en las manos y una ceja arqueada

-Así que has estado pendiente, y respondiendo, no soy yo la que asigna las tareas, es Luz y ella me pone con los demás chicos -Le digo mientras me pongo de puntillas para poder poner la canasta de una vez por rodar arriba del librero, siento que el se acerca detrás de mi y pasa sus manos encima de las mías ayudándome a poner la canasta en su lugar

-Se que has cambiado de lugar con los chicos estos dos días, no eres la única con conocidos aquí pitufina -me susurra esto mientras acomoda un mechón de mi cabello, me remuevo nerviosa en cuanto salgo del trance, noto como sus comisura tiemblan pero antes de ver esa sonrisa arrogante vuelvo a mi tarea, cuanto se acerca cada vez mas la hora en la que comienzan las protecciones me apresuro a dejar todo impecable en la zona infantil, escucho como la alarma de mi teléfono suena y se que ya es hora, le doy un último vistazo a la zona y cuando veo que todo esta en su lugar salgo sin siquiera despedirme, camino con confianza pues he recorrido tantas veces este camino que lo se de memoria, siento pasos detrás de mi pero finjo que no se de el

-Buenas tardes señorita, tiempo sin verla por aquí, ya sabes cual es el mejor lugar -me dice Harold el encargado de esta zona, camino hacia el lugar que siempre ocupo y es que... Ver las estrellas siempre será lo mejor, siento como alguien me observa y volteo hacia el, observó como esta apuntó de hablar pero antes suena el sonido de una pantalla activarse y un proyector funcionar y desvío tanto mi mirada como mi atención al techo, ese techo que en estos momentos esta lleno de estrellas y galaxias... Cada vez es mas hermoso, cuando las veo no hay nada mas que me importe, no hay problemas en casa, no más preocupaciones, trabajos, ensayos, mamá, nada... Solo somos ellas y yo, después de unos minutos toda esa tranquilidad desaparece al escuchar un sonido proveniente de un teléfono, trato de buscar al culpable pero no tardo mucho

-Lo siento, no quería perturbar tu tranquilidad -Dice esto después de desactivar su alarma

-No te preocupes, de todas formas es hora de irse -Tomo mi mochila y bajo los escalones, me dirijo hacia Harold y me despido, tomo el camino hacia la recepción donde se que se encuentra Luz, estoy tan tranquila que nada puede pasar

-Oye!, ¿A dónde vas? -Me pregunta Jásiel antes de salir del planetario, volteo con una sonrisa burlona en mi rostro

-¿Para que quieres saber, acaso no puedes vivir sin mi? -Pregunto con obvio sarcasmo en mi voz

-Te debo una cita, sin autos estrellados en arboles...

Nueve EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora