Único

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En mis brazos te tuve, con mis ojos te pude contemplar. Desde que naciste trajiste alegría a mi vida. Tus travesuras, tus momentos de jugueteo, tu inmensa afinidad, fue todo eso que me enamoró perdidamente de ti. Siempre vivía con un miedo constante de perderte, aunque... finalmente ese día llegó. Siento rabia, impotencia, tristeza, y cosas que no sé identificar. Te fuiste tan pronto, de la misma forma, bajo las mismas circunstancias que tu madre, otro ser a quien llevo en mi mente y corazón todo el tiempo.

Cada noche que podía, le pedía a Dios que te cuidara y que no permitiera que te pasara nada malo, pero tal parece que no quiso escucharme o no le tomó importancia a mi pedido. ¿Me odia? Bueno, una vez más me demuestra que sí, lo hace. En cada momento de felicidad siempre tiene que haber una desgracia de por medio. Hasta estoy dudando si realmente quiere mi bien o quiere que me muera de tristeza. ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Cómo se supone que mi corazón se cure luego de ésto?

Te amé desde que te vi, a ti, a tus hermanos y a tu madre más que a nada. Ahora, ¿de qué me sirve vivir si ya no estás tú tampoco?

Desde hoy deseo la muerte con tal añoranza, que en la cúspide de mi ira, no me importarían las consecuencias.

¿Acaso no merezco felicidad en mi vida? ¿Siempre será así? Y lo que más me pregunto... ¿La felicidad realmente no es algo para mí?

Aún tengo dudas acerca de hacia dónde van los animales después de la muerte. Muchos me dicen que no van a ningún lugar, pero otros me dicen que van al cielo, y sinceramente, fuiste tan bueno que mereces ser llevado directamente hacia ahí.

Podrán decirme "es sólo un gato, ¿qué tiene de especial", bueno, pues déjame decirte algo, ser inhumano, que el amor que le tuve a ese "gato" es mucho más grande que el que le podré tener a una persona en toda mi maldita y miserable vida.

Me diste buenos momentos, pero también momentos en lo que tuve que lidiar con tus travesuras, pero eso forma parte de la experiencia hermosa que me regalaste: convivir contigo y dejarme amarte.

Te amo, y te amaré siempre en ésta y en mis demás vidas.

Te quiere, Teffa.

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