Cada mañana era igual, cada tarde, cada noche, esta rutina lo estaba matando y era estresante no tener algo diferente. Suspiro y volvió su vista al frente para seguir caminado y dirigirse a su destino sin ánimos
Observo su camino, ese mismo que tomaba siempre y hizo un gesto algo desagradable. Saco la lengua algo fastidiado por lo mismo y siguió su camino hasta la casa de su mejor amigo
Su mejor amigo Shu le prometió ayudarle a entrar a la universidad que el quisiese pero con la condición que lo ayudará a ser contabilidad por cinco meses, ya que el era un genio para la matemáticas pero aún que era para su beneficio, estaba cansado de lo mismo
Cuando llegó hizo lo mismo tocó el timbre dos veces como era costumbre y contó cinco segundo para que después hiciera presencia su amigo con su peculiar mirada fría. Conocía a Shu desde tiempo y sabía que era una buena persona aunque parezca que no lo es
– Buenos días Fubuki – saludo como siempre haciéndolo pasar. Entró y sabía a donde iría después, conocía el camino perfectamente hasta su escritorio. Cerró los ojos un breve momento para seguir caminando, pero se se detuvo cuando sintió la mano de Shu en su hombro – espera – se detuvo – tengo una noticia para tí
– ¿Que clase de noticia? – le preguntó curioso
– Ya verás – le respondió tranquilo hasta seguirlo – se que te aburres de lo mismo siempre, así que te tengo otro trabajo
– ¿Otro? – contestó de mala gana
– Es diferente de lo que piensas – le dijo abriendo una puerta – este es tú nuevo trabajo
Fubuki dirigió su mirada hasta el fondo y logro ver a un niño sentado en la cama jugando con su Nintendo
– ¿Y eso que, Shu? – le preguntó confundido
– Olvídate de la contabilidad por este día, porque vas hacer niñero de este niño – sonrió vengativo
– ¡Estas loco! Prefiero estar sentado aburrido viendo números que cuidar a un mocoso – hizo una mueca
– No seas grosero niño, es casí de tú misma edad. Me voy ya es tarde así que nos vemos – le empujó hasta quedar dentro de la habitación para cerrar bajo llave y así encerrarlos ambos – cuídense
– ¿Que? – dijo asombrado – Shu, abre la maldita puerta, carajo ¡ABRE LA MALDITA PUERTA SHU! ¡SHU! – grito desesperado pateando la puerta sin ningún resultado. Ya cansado paso su mano por su cabello, dió media vuelta y ese niño que desconocía su nombre lo miraba fijamente – ¿Que miras?
– Lo feo que eres – respondió para levantarse y caminar hasta a mí
– ¿Disculpa? Soy bien atractivo – dijo molesto y con ego
– Si ajá – sonrió – escucha, mi papá me castigo, pero trabaja con Shu así que él le dijo a mi papá que tu serías mi niñero durante este dia ¿entiendes?
– Si entendí idiota – contestó irritado – aún no entiendo el encerrarme junto contigo
– Eso no lo se – volvió a donde mismo para seguir jugando
– ¿Por que tienes la Nintendo, si estas castigado? – le preguntó caminando hasta la cama
– Shu me la dió para un rato, tiene poca carga así que pronto se va a pagar y justamente no me dió el cargador por lo mismo – dijo para continuar jugando
– Esto es mierda – reprochó sentándose a su lado
– Tú lo eres – contestó indiferente
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Pequeñas historias de Beyblade Burts de tus ship's fav
FanfictionEste fic no tiene una historia definida en sí Pequeñas historias de Beyblade Burts de tus ship's favoritos, aplica cualquier ship que quieran de su preferencia Lectura entretenida que te ayudará para no aburrirte en esta cuarentena del coronavirus