Podía sentir como el corazón le latía de manera exagerada mientras evitaba cada uno de los golpes que su contrincante le proporcionaba.
― ¡Quédate quieta de una vez!― Gritó su enorme y fornido rival intentando atraparla con sus brazos mecánicos.
― ¿Y dejar que me gane un debilucho como tú? Ja, tengo una reputación que mantener por si no te has dado cuenta― al decir esto último señaló al público que hacía sus apuestas sedientos por ver sangre.
El hombre no se lo tomó bien y sus ataques empezaron a ser más imprecisos y rápidos acelerando el cansancio de ambos. Por suerte, la joven tenía una gran resistencia. Queriendo acabar con la pelea para no cansar a los espectadores demasiado devolvió los golpes cada vez que veía un espacio libre sin proteger: uno en su abdomen, otro en su mejilla derecha, en su pecho y, para terminar, uno en su nuca que provocó que perdiese su conciencia.
― ¡5, 4, 3, 2, 1!― Contó el árbitro después de haberse posicionado en el centro del círculo marcado en la tierra donde se desarrolló el combate.
― ¡He vuelto a ganar! ¡El dinero, por favor! Como siempre gracias a los que han apostado por mi victoria y que os den a todos los que no lo habéis hecho, perdedores― terminó dando una reverencia con una sonrisa socarrona.
El público como siempre la vitoreaba gritando su nombre. La ganadora se fue con el árbitro dentro de una tienda en la que había dos personas protegiendo la entrada.
― ¿Otra vez tú? Me estoy cansando de ver tu cara, deja que te ganen al menos una vez para dar más emoción a las peleas― riñó el hombre al verla.
― Pues eso no va a pasar, no pienso perder contra un debilucho delante de unos idiotas que disfrutan viendo como otro idiota y yo nos pegamos.
― No eres la más fuerte de este lugar, acabaré encontrando un rival que te muela a golpes― amenazó a la joven que lo miraba con gesto aburrido ― Aquí tienes tu dinero, ahora largo.
― Un placer hacer negocios con usted― burló de camino a la salida mientras contaba por encima el dinero que había recibido.
Al salir se puso la capucha de su capa marrón para tapar su rostro. En su camino de vuelta a casa cojeó por la pérdida de una de las piezas del mecanismo que dispensaba aceite para poder hidratar el resto de la pierna metálica y que pudiese moverse con soltura y sin apenas ruido.
En su caminata vio edificios destartalados y a un grupo de niños jugar con una desgastada pelota. Esto último podría pasar como algo normal para nuestros lectores; no obstante, había que recalcar que en el grupo ninguno estaba "completo": a uno le faltaba un brazo, a otra las manos, a otro el ojo... a todos les faltaba algo, pero la que llamó la atención de nuestra campeona fue una niña sin pierna que cojeaba hacía el balón. No pudo evitar recordar aquellos tiempos cuando ella también era una niña que perseguía con dificultad un balón. Recordó los enfados que se llevaba cada vez que perdía por ser empujada e incapaz de mantener el equilibrio caía al suelo. Sin embargo, ese mal humor desaparecía rápido después de que una niña castaña la ayudase a levantar. No le decía nada la mayoría de las veces, era de pocas palabras, pero la cargaba en la espalda y participaba en el juego aunque lo odiase. Todavía recordaba lo hermosa que le pareció la primera vez que la vio pese a que un vendaje le tapase casi medio rostro al intentar ocultar el ojo izquierdo dando a entender a todos los que la vieran que ese espacio estaba vacío. Con el tiempo se hicieron inseparables, la castaña siempre la observaba mientras apuntaba algo en su cuaderno ―si es que se podía llamar así a un montón de hojas desiguales y amarillentas unidas por un lazo― y ella constantemente trataba de llamar su atención con su personalidad atrevida y sarcástica. Un día le preguntó qué era aquello que apuntaba en su cuaderno:
― ¿Quieres verlo?― Preguntó con un sonrojo que contrastaba con la expresión seria que siempre llevaba en ella.
―Sí
La castaña le pasó el cuaderno y no podía creer lo que veía: había un dibujo de ella y de una pierna hecha con distintas piezas.
― Sé que no se ve muy bien, pero he intentado idearlo con piezas que ya tengo
Ella no respondió, tan solo la abrazó con fuerza. Al alejarse se le enganchó la pulsera en la venda de la otra e intentando soltarse provocó que esta se apartase lo suficiente de su rostro para revelar su ojo izquierdo en perfecto estado. Ahora la castaña la observaba sorprendida con sus grandes ojos verdes.
― ¿Por qué no te han llevado?
― Porque lo oculto, todos los años cada vez que vienen a hacer el registro me escondo en el vertedero, no suelen ir allí― acabó de explicar colocándose la venda de nuevo en su sitio.
― Estas "completa", te llevarían a la Capital. He oído que los edificios de allí son altos, que no hay robos y que nunca falta la comida― trató de razonar
― Que tontería― acabó de decir seria para levantarse y marcharse.
La ganadora perdida en sus recuerdos fue lenta, pero finalmente llegó a su "casaller" por ser su hogar y al mismo tiempo un taller se le ocurrió darle ese nombre.
Su entrada fue anunciada por el sonido de vidrios golpeándose entre sí al abrir la puerta.
― Vaya, sigues viva― anunció inexpresiva la joven castaña saliendo de detrás del mostrador.
― No suenes tan decepcionada, podría pensar que no te gusto.
― Ahórrate saliva― dijo inexpresiva después de haber cambiado el cartel de abierto a cerrado ― Vamos arriba para que te cure esas heridas y te arreglé esa pierna.
― Espera, dame un descanso― fingió cansancio para poder ser cargada por la otra.
― Sube― ordenó inclinándose para que pudiese subir.
La joven no desaprovechó y enseguida rodeó su cuello con sus brazos, para luego hundir el rostro en su cuello y oler aquel olor tan calmante y adictivo que la de ojos verdes siempre tenía.
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Aclaraciones (?) (porque no sé si me explico bn y hay información que no hay porque no sabía cómo meterla)
Hubo una guerra química que hace que la mayoría de personas nazcan sin una parte de su cuerpo
Si naces con todo eres "completo" y te llevan a la Capital donde hay riqueza, mientras que el resto del mundo vive en ruinas o en los restos que quedaron
La gente suele tener extremidades hechas de metal y otros materiales, por lo que en este universo (fuera de la Capital) hay bastantes talleres y "casalleres"
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Relatos cortos
Short StoryLo que dice el título (?) Junto a @demimimica @crowahe @softsunchild y @twaision