Broken heart

El comienzo del fin.

Era un día normal en la preparatoria de paga, en la que por cierto mis padres insistieron inscribirme, Azura está a un lado mío siempre estamos en las mismas clases por el hecho que tenemos las mismas ideas, pero no gustos; el profe de álgebra nos explica unos de sus tan comunes temas que a mi me valen una mierda (soy un asco en álgebra) pero prestó atención necesito pasar con 100 el examén si no mi madre pegara el grito en el cielo por reprobar la materia.

El profe se dirige hacia Azura quien está limandoce las uñas

-¡Señorita Rusell! Podría pasar a la pizarra y hacernos el ejemplo del tema explicado.- el señor donnovan le dice.

-Señor donnovan, me encantaría pero...¿Qué cree?

-Ilumineme señorita Rusell.

-Yo siento que a Tara le encantaría pasar, no sabe lo entusiasmada que se veía con su excelente clase.

Todos en el salón se empezaron a reír por las palabras llenas de sarcasmo de Azura, yo solo la vía petrificada en mi asiento el señor donnovan se giro hacia mi para entregarme el marcador, lo tome y me gire hacia mi detestable mejor amiga que por salvar su buen culo me metió en serios problemas. Intente resolver el primer ejemplo pero me quede en blanco... Sentía la mirada de todos detrás mío y maldecia a mis adentros "MALDITA AZURA" apenas termine este problema are que Azura sufra el resto de su vida, ¿qué acaso no sabía que soy un completo asco en el álgebra? La odio, es una maldita lame vaginas.

-¡TÚ PUEDES TARA!- Azura me gritaba desde su asiento, con esa sonrisa burlona típica de ella.

-Gracias por su apoyo señorita Rusell- contesto el señor donnovan- pero sería de más ayuda si pudiera pasar a la pizzara con su compañera a terminar el ejemplo, pase por favor.

En ese momento alce las manos y le dije al señor donnovan.

-Gracias, pero puedo sola no necesito de la "señorita"- hice comillas con mis manos para que Azura entendíera mi enojo hacia ella.- Rusell, aparte preste atención a su clase solo necesito unos minutos para recordar señor donnovan.

-Muy bien señorita Davis.- respondió el señor donnovan con una amplia sonrisa, y se dirigió hacia todo el grupo.- deberían aprender de la señorita Davis ella podría ser una de las pocas personas que pasen la materia.

No podía creerlo, termine el ejemplo y no falle en nada había entendido el tema perfectamente y ponerlo en práctica me ayudó más, el señor Donnovan estaba feliz de ver que no falle en el ejemplo y me subió 4 puntos extra por ser la única en prestar atención y entender el tema. Azura desde se asiento me veía con su enorme sonrisa, pensaba que el hecho de ayudarme haría que mi enojo desapareciera pero estaba equivocada.

-Sigo enojada.- Le dije mientras pegado mi trasero al asiento.

En toda la clase me tiraba notitas pidiéndome perdón, pero haría que esa maldita perra que se hacía llamar mi mejor amiga pagará. El timbre de cambio de aula se escuchó y me levante lo más rápido que pude para evitar que Azura me hablará, salí corriendo del salón para dirigirme a mi casillero, puse mi clave saque unos cuantos libros y cerré el casillero.

-¡BUUUU!-Me dijo alguien cuando cerré el casillero.

-¡Pero que mier...!- casi provocas que me de un infarto Az. -¿Acaso no tienes piedad de mi? Primero en álgebra y ahora aquí, estoy pensando seriamente dejar de ser tú mejor amiga.- los ojos de az se tornaron llorosos y me abrazo.

-Ni se te ocurra pedazo de mierda hermosa, te he visto pasar tanto que jamás te dejaría sola perdón por lo de álgebra solo estaba bromeando, nunca creí que el profe te pasará a la pizarra.- az estaba casi suplicando que la perdonará y eso me hizo sentir grande- de todas formas te ayude tienes 4 puntos extra y el donnovan parece amarte.

-¡Iuuugh!- le conteste al escuchar que el señor donnovan me amaba.- ese remedo de hombre y calvo ¡Jamás! No estoy tan urgida, pero bueno te perdonó solo si me compras esas ricas donas de la pastelería.

-Esta bien Tara, tú ganas.- Azura estaba derrotada, me encantaba que siempre cumpliera mis pocos caprichos de mejor amiga de todas formas me lo debía por el oso que me hizo pasar en álgebra.

Caminamos hasta la pastelería de la esquina del colegio, el solo aroma a donas recién hechas me hizo entrar rápido eh ir hacia el mostrador, Peter el dueño y encargado de la tiendo nos atendió.

-Hola Tara, buenas tardes ¿que vas a llevar?.- Peter es el sueño de toda mujer mayor de 30, el era alto, de ojos azul celeste, de piel clara y con un cuerpo de los mil demonios tenía todo el cuerpo marcado y unos brazos tan perfectamente grandes y con muchos músculos, muchas veces me ponía a pensar ¿como es que no está casado? ¿O con hijo? Sus hijos sería terriblemente atractivos.

-Buenas tardes, una de las riquísimas donas de su pastelería Peter.-

-¿De que la quieres Tara?, hoy tenemos de frambuesas, cerezas, cajeta, chocolate, vainilla, azúcar glass y mi favorita sarsamora.- me dijo señalándo el aparador lleno de donas.

No podía con tanta delicia, se veían riquísimas todas pero no podría comermelas eran demasiadas.

-Quisiera todas Azura ¿me las compras?.- dije mientras Azura sacaba su cartera.

-¡Estas loca! Son muchas calorías, aparte no cargue mucha plata.- me dijo con una sonrisa burlona.

-¡Jamás te perdóname Azura! Las quiero todas.- me gire hacia espaldas de az quien me agarraba del hombro y hacia que la vea.

-Tara no seas infantil, solo te comprare 3 así que escoge.- su voz era de cansancio hacia mi comportamiento.

-qué sean 4 y un café de vainilla ¿va?.- mis ojos de súplica hicieron que az solo asintiera hacia mi petición.

-bien Peter quiero... Dos de azúcar glass, una de cajeta y la última de sarsamora.- Le dije señalando las donas detrás del aparador. -No te olvides de mi café de vainilla por favor peter.- dije mientras me dirigía a las mesas para esperar mi orden de donas.

Azura se sentó frente a mi con una mirada que sólo ella tendria un viernes después de clases, ya se a que iba esa mirada y no quería estar en sus planes.

-¿qué haremos está noche Tara? Tenemos que salir, ya pasaron 8 meses desde... Ya sabes.- su voz se volvió tenue para que nadie escuchará mientras rastros de tristeza salía en ella.- aparte la fiesta de kelly es hoy, estamos invitadas ¿recuerdas?

-Azura Rusell, por favor no me obligues hablar de este tema, ya te lo he dicho miles de veces ¡no saldré! No quiero y ya.- creo que me pase con el tono de voz, por que Az solo bajo la cabeza y Peter desde la puerta trasera se asomo para ver que sucedía. -Perdón az, no quise... Es solo que no quiero salir ¿que tal si me lo topo? No podría lo sabes.

-Por favor Tara Davis Walker, no pongas de pretexto a un bastardo como Timm el jamás se acercara a ti y de eso se encargó tu padre y yo le dije al mio igual manera, así que hoy en la noche salimos y dejate de estupideces.- ahora era se veía desafiante lo que provoco que me riera y Azura me viera con cara de ¿Crees que es juego?.

-Esta bien, ganas saldré contigo está noche pero vendrás conmigo a la casa para que nos arreglamos juntas y mi mamá no pegue el grito por que su hija saldrá de noche.- nos miramos y nos reímos por que las dos sabemos que mi madre ni siquiera me toma en cuenta.

-Vale pero nos llevamos tú coche, no por nada tú querido padre te lo regalo en tú cumpleaños.- el solo pensar en mi manejando con Azura a lado mío en un Mustang deportivo negro del año me torturaba, odiaba que todos vieran que tenía más dinero y prestigio que ellos... Yo solo me veía como alguien normal y cualquier.

-Vale Azura, pero nos estacionamos un poquito lejos de la vista de todos en la casa de kelly ¿okay?.- Azura hizo puchero, ya sabía que su plan era fanfarronear por el coche en el que llegaríamos, pero ella sabía que odiaba eso.

-Si no me queda de otra, esta bien Tara.

Peter se acercó hacia nuestra mesa con mi orden lista, pague y nos salimos de la pastelería para poder irnos a mi casa, comer mis donas y ver el atuendo que llevaríamos las dos a la fascinante fiesta de Kelly O'donell.