Mι Nombrє es Lαn Yιng, dιscípυlo dє lα Sєctα Gυsυ Lαn (En Hiatus)

Capítulo 5

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—Este es un té que yo mismo prepare. Tiene efectos relajantes tanto para la mente y cuerpo —dijo Lan XiChen mientras vertía té en una taza y se la servía a Jiang Cheng.

Jiang Cheng observó el té con suspicacia, '¿Lan XiChen conoce el arte de la mezcla de té? Gusu Lan realmente sabe hacer de todo'.

—Espero que sea de tu agrado —agregó Lan XiChen, llevándose su propia taza a los labios. Sus ojos centellaron mientras observaba a Jiang Cheng, esperando a que él tomara su taza.

Después de un momento de vacilación, Jiang Cheng tomó la taza que Lan XiChen le ofrecía y la acercó para olerla. No olía demasiado fuerte, tenía un deje de especias y dulzor junto con el fragante aroma de flores secas.

Aunque le era desconocido, Jiang Cheng descubrió que no le desagradaba la esencia del té, y con cautela tomó un pequeño sorbo.

Igual que Lan XiChen, el té era ligero y para nada abrumador. Un suave calor recorrió a Jiang Cheng. Sintió su tensión interior aflojarse, y todo su cuerpo inconscientemente relajarse.

Falló en darse cuenta que sus ojos se habían cerrado por voluntad propia hasta que tuvo que abrirlos. Miró a Lan XiChen, vio que éste le sonreía sin un indicio de juicio en su rostro.

—¿Te gustó? —preguntó Lan XiChen.

Jiang Cheng resopló, reluctantemente respondió con un "sabe bien." Entonces, contra su propio criterio, añadió. —Té blanco, un chorrito de limón y rodajas de jengibre. Hierbas que son exclusivamente usadas en Gusu Lan. El sabor es armónico y logra los efectos deseados.

Lan XiChen pareció sorprendido por un momento, antes de que su sonrisa se hiciera más grande y más genuina mientras miraba a Jiang Cheng con curiosidad. Los ojos de Jiang Cheng se fruncieron al verlo, para nada acostumbrado a que Lan XiChen le sonría así.

—Por favor, perdóname. Desconocía que estuvieras bastante versado en el arte de la mezcla del té —respondió Lan XiChen, sonando deleitado.

Jiang Cheng no supo cómo responder a eso. No a menudo las personas hacían comentarios positivos sobre él, honestamente.

No estaba seguro si era a causa de su falta de sueño, o el efecto relajante del té, pero definitivamente no fue el aura tranquilizante de Lan XiChen que bajó la guardia de Jiang Cheng y provocó que éste se abriera.

—Era... una de las pocas cosas en lo que yo era mejor que Wei WuXian. Pero sólo porque a él no le importaban cosas como esas —dijo después de un momento de silencio—. Mis... a mis padres... a ellos, les gustaba compararnos —detalló ante la mirada curiosa de Lan XiChen.

Se sentía extrañamente vulnerable, pero no de una manera que le hacía temer. Sino que se sentía curiosamente a salvo. Debía estar realmente cansado.

—Wanyin, yo creo que estás haciendo un gran trabajo como Líder de Secta —dijo Lan XiChen con honestidad. Él lo sabía. Ambos se convirtieron en líderes casi al mismo tiempo—. Comprendo cómo te sientes —agregó, refiriéndose a lo que Jiang Cheng había dicho.

—¿Quién compararía a los Gemelos Jades? Ambos son perfectos.

Lan XiChen sonrió en respuesta. Jiang Cheng pensaba que su sonrisa parecía un tanto lúgubre. —WangJi ha sido un joven cerrado. Es mi culpa, siendo su hermano descuide sus emociones. Hasta ahora él todavía tiene dificultades para trasmitir sus sentimientos.

Jiang Cheng sintió su corazón arder con indignación ante aquello, estampó su mano contra la mesa antes de poder contenerse. —¡No es tu culpa! ¿Por qué estás culpándote por eso?