Verde;; heiman ((#5🌈))

Verde

Verde era el color de sus ojos.
Verde era el color de la esperanza.
Verde era el color del anillo que su padre le había regalado, antes de morir.

Heidi siempre había tenido problemas de autoestima. Sus ojos le parecían muy pequeños, sus labios muy finos, su frente demasiado grande, sus piernas muy cortas y la lista podía seguir y seguir. Heidi siempre encontraba algo nuevo en su cuerpo que odiar.

Pero eso cambió cuando conoció a Eric. Eric hacía que se sintiera bien, apreciaba sus pequeños defectos como virtudes y la quería. La quería.
Heidi no estaba segura de nada en ella, pero sí de que Cartman iba a estar a su lado siempre. Le necesitaba para ser feliz.

Eric es un buen novio. Por eso, cuando la regañó por haber saludado a Kyle en medio del pasillo, donde todos podían verla, se limitó a bajar la cabeza y asentir, pidiendo disculpas.

Eric es un buen novio. Por eso, cuando le hizo cambiarse de ropa con la excusa de que "no iba a ir acompañado de una puta", forzó una sonrisa y cambió su falda y blusa por unos tejanos anchos y una sudadera.

Cartman es un buen novio. Por eso, cuando Cartman la obligó a borrar todas sus redes sociales, Heidi lo hizo. Porque entendía que era por su bien, aunque no lograra ver de qué estaba intentando salvarla Cartman. "De que encuentres a otro y te vayas, como la zorra que eres" le había dicho. Y Heidi le dió la razón y acató sus normas.

Cartman es un buen novio. Por eso, cuando Heidi le había dicho que tenían que romper porque no se sentía lista para una relación, y le llegó el primer golpe a grito de "no puedes dejarme", solo se cubrió el moratón con maquillaje.

Cartman es un buen novio. Pero si eso fuera verdad, Heidi no sentiría la necesidad de repetírselo interiormente cada vez que se quedaba a solas con él, no tendría pesadillas en las que Cartman le pegaba y la insultaba, ni tendría tanta envidia al escuchar a sus amigas hablar de sus novios.

— Stan salió del hospital este fin de semana... —Suspiró Wendy con una sonrisa.— Fuimos a cenar y pasamos la noche en su casa, fue bonito.

Ojalá Heidi también pudiera alegrarse al estar con Cartman.

Heidi aún tenía la esperanza de que Cartman cambiara. La había hecho tan feliz al principio. Seguro que aquello solo era una mala racha. Una horrible y duradera mala racha, pero que acabaría, y Cartman sería aún mejor novio de lo que antes era. Heidi lo creía con todas sus fuerzas.

— ¿Qué te he dicho de quedar con las putas de tus amigas? —Cartman lanzaba las palabras como si de dardos envenenados se tratasen.—

— Que no debo.

— ¿Por qué? —Inquirió Cartman. Heidi ya sabía lo que pasaba. Él adoraba humillarla.—

— Porque contigo tengo todo lo que necesito, amor. —Forzó una sonrisa. Ya había perfeccionado sus expresiones para que parecieran lo más reales posibles.—