Travesuras

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Era un día de colegio normal estábamos todos lo de la u esperando a que el profesor entrará al aula de clases, nos informaron que tuvo un percance y que teníamos esas 2 horas libres, si ganas de ir a mi casa, me fui con unos amigos para hablar o lo que surgiera el chico que me gusta también se encontraba en ese monto.

Llegamos y con mi mejor amiga nos acomodamos en el cuarto de uno de mis amigos, apagamos las luces y el chico que me traía loca se hizo a mi lado, mi amiga estaba en su cuento con el otro.

Nosotros estábamos en nuestro momento, se fue acercando lentamente a mis labios y me dio un beso que me prendió a mil.

Después de unos besos tenía ganas de más, el poco a poco fue subiendo su mano por debajo de mi falda, tocando mis nalgas y se sentía delicioso.
Se abrió paso por mis medias y tocó el caucho de mis pantis.

Yo sin aguantarme más me senté a horcadas de él mientras acariciaba mis piernas y me besaba, bajo el cierre de mi falda y la dejo a la altura de mi cintura, desabrocho la camisa y trazo una linea de besos desde mi quijada hasta mi sostén. Me arqueé un poco para darle más acceso a mi cuello, empezó a la merlo y a besarlo tortuosamente, se deshizo de mi camisa y quitó mi sostén, chupo primero un pezon y después el otro.

Me encanta cuando hacen eso me quito mi falda y pude moverme mas fácilmente por encima de su amigo que empezaba a penerse grande, le quité su saco y camisa para trazar su torso con mis manos, mordí el lóbulo de su oreja mientras jadeaba, arrancó mis medias y se abrió paso por entre mis piernas, me prenetro con dos dedos y me sentía en la cuspide quería todo y más, empezó con sus movimientos más y más rápido hasta que alcance el orgasmo delicioso.

Me quite mis medias y desabroché su pantalón quitando sus bóxers y su amigo saltó entusiasmado. Me volví a sentar a ahorcadas de él primero jugando a resbalar su oene en mi entrada para darnos más placer y entró, su gran tamaño era delicioso, me empecé a mover de arriba a abajo el tocaba de vez en cuando mis nalgas y me motivaba a moverme más rápido.

En un rápido movimiento el se puso encima de mi y empezó a prenetrar sin contemplación rápido y sin descanso, mis gemidos salían cada vez más fuertes al igual que sus deliciosas penetraciones, lleguamos a un asombroso orgasmo, el se tumbo encima mío y terminó por besarme, fue la experiencia más maravillosa y deliciosa de mi vida.

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