La mañana fue corriente , lo de siempre , maldita rutina.
Lo raro es que hoy han cambiado de insultos , gorda me han llamado ¿Abré cogido peso?
Me tendré que poner a dieta y hacer más ejercicio , así no me lo llamarán más , ya tengo a una borracha drogadicta en casa para que me insulte.
Llegué a las clases de apoyo a las 16:45 , para mi sorpresa Ron estaba allí , sonriendome , adoro su sonrisa , tan perfecta como el , con unos labios carnosos que cualquier chica daría lo que fuera por besarlos.
-Diana ¿Quieres hablar?
-No , vamos a dar la clase de una vez , no empieces por que me voy.
Ese niño inmaduri me cogió las llaves y nos encerró en la clase . Se guardó las llaves.
-Hasta que no hablemos no abriré y no daremos la clase , no me gusta nada verte así , a si que me lo vas a contar.
No tenia más remedio , quería salir de allí e ir con mi padre.
No le conté la verdad.
-Nos acabamos de mudar y no me acostumbro al entorni , ya está , se me ha hecho dificil dejar mi vida atrás , solo eso.
-Se que me mientes , lo veo en tus ojos , esos maravillosos ojos... Perdón , no quería decir eso.
-Tranquilo , no pasa nada , al menos alguien me a soltado un alago desde que llegué al instituto.
Se sonrojó ¿Sentiria algo por mi? No creo , mejor no hacerme ilusiones.
ESTÁS LEYENDO
La vida de una chica suicida
RomanceDe tener una vida totalmente "Perfecta" a derrumbarse solamente en 30 días. Me llamo Diana , y estoy al borde de la muerte.