Amour interdit

Infierno

- ¡Alex! ¡Alex!

Los gritos de un pelinegro se hicieron presente, tras haber sido separado de forma abrupta de la persona que en ese momento era su pareja, un grupo de hombres los había tomado a cada uno, mientras Staxx era sostenido por sus brazos, Alex estaba siendo golpeado en el suelo de forma violenta e inhumana. Frank hacía lo posible por soltarse y ayudar a su amado, pero no podía, sentía una impotencia muy grande en su pecho mientras sus lágrimas se desbordaban por sus mejillas. Escuchaba los quejidos, gemidos y suplicas de su niño, cosa que le rompía el corazón, le desgarraba.

- F-Frank..

La voz de Alex apenas pudo escucharse, tenía sangre en su rostro, sus ojos llenos de lágrimas y extendió su mano hacía el pelinegro, como suplica para que le salvase. Sentía como le pateaban por todos lados, escuchaba los insultos, se sentía morir. "Eres una aberración" "Maldito enfermo" "Pecador, te vas a ir al infierno" "Desviado".

Una vez que dejaron de golpearlo, pasaron a hacer lo mismo con Staxx, este estaba cansado de forcejear, de gritar, de llorar, los minutos transcurrieron de forma eterna, y una vez que todo acabó, lo dejaron caer en seco, al lado de su pareja. "Malditos enfermos, no merecen nada más que morir". Al quedar solos, ambos voltearon a verse, se sonrieron y con la poca fuerza que tenían, tomaron sus manos entrelazando sus dedos.

Las lágrimas volvieron a hacerse presentes, ambos estaban temblando, con sangre en sus rostros y con golpes muy fuertes. Pero no se arrepentían de nada, ya que ellos no tenían la culpa de amarse, sus corazones se enlazaron sin más y tenían que hacerle caso, preferían morir amándose, que a morir solos y como cobardes. 

- ¿Alex? ¿Recuerdas cuándo te dije que te amaría hasta la muerte?

Los ojos del más bajo se abrieron de golpe y con una expresión de confusión, solo apretó de forma inconsciente la mano ajena.

- Lo recuerdo, pero, no digas eso Frank, vamos hombre, que son unos cuantos golpes.

Su voz se escuchaba débil, acercó su mano al rostro de su pareja y acarició sus mejillas, sin embargo, su corazón se estrujó al ver como este cerraba poco a poco sus ojos.

- ¿Frank? Frank por favor abre los ojos, no me dejes...

Tragó saliva dificultoso y desesperado, ignoró el dolor de su cuerpo para así acercarse a su pareja.

- Alex.

-Dime..

-No tengas miedo de amar nunca..

-Vamos Frank, yo te amo, no tengo miedo..

- ¿Frank?

Tras hacer aquélla última pregunta y al no recibir respuesta, el llanto de Alex fue lo único que podía escucharse en aquél lugar, mantenía el cuerpo inmóvil de su amado entre sus brazos. Se negaba a aceptar el hecho de que Frank había muerto y nunca más podría volver a verlo.