El novio de mi hermana. |L.H| One Shoot.

"Hola, Calum"

Lo genial de tener una hermana, es que trae integrada a tu mejor Amiga”.

Me despedí de Bonnie y Luke y quede sola en los grandes pasillos de la universidad. Observé mis pies por unos segundos, hasta tomar el oxigeno necesario y así avanzar hacía las oficinas de la escuela.

Cerré mis ojos con fuerza, intentado recordar las indicaciones de Bonnie.

 —izquierda… derecha… no —susurraba por lo bajito.

Estaba entrando en pánico por no recordar el cómo llegar, no podía estar navegando sin rumbo por todo el colegio, hasta encontrar el lugar que busco.

Quería mover mi cuerpo pero el miedo ó más bien la vergüenza no me dejaba avanzar, estaba ahí estática sin hacer movimiento alguno.

 —Hey —escuche decir a una voz a mis espaldas— ¿necesitas ayuda?

 Aún seguía dándole la espalda. Me sentía pésima, estaba siendo grosera con el chico.

 — ¿estas bien?

Siguió preguntándome, solo rezaba porque se pusiera frente mío y gracias al cielo así hizo, al rodearme,

— ¿me escuchas? ¿O es que eres sorda? —explico nervioso haciendo señas con sus manos, intentando comunicarse conmigo.

No soporte más y estalle en risas, el miedo y el pánico se habían desvanecido. Acomode mi cabello y dibuje una sonrisa.

—En verdad siento si te ignoré, es que no podía moverme, ando perdida —confesé avergonzada y coloreando mis mejillas de carmis.

—Ya veo —se rasco la nuca y achino sus ojos cafés— ¿eres nueva?

—Asentí— soy de Portland, Oregon. Mi nombre es Melody —dije extendiendo mi mano, tenía esa costumbre con todas las personas nuevas.

—sujeto mi mano y le dio un leve apretón— Calum —sonrió de nuevo— ¿vienes para quedarte o solo eres de intercambio?

—Estaré aquí hasta terminar, tan solo un semestre me falta para al fin terminar.

—Oh, entonces quiere decir que estamos en el mismo grado. Eso es genial.

—Supongo. ¿Podrías decirme donde quedan las oficinas? Necesito hacer los papeleos.

—Haré algo mejor —enrosco su brazo con el mío y me observo— te llevare hasta ahí.

—Eso sería estupendo.

Avanzamos y platicábamos acerca de su vida, estaba muy interesada. Me confesó que él es un Kiwi ósea un chico que viene de nueva Zelanda, tiene una obsesión por Katy Perry y su segundo nombre es Thomas. Igual me prometió enseñarme un tatuaje que tiene en el pecho, admito que me sonroje y solo reía por las cosas que decía, en resumen es un amor.

—Hemos llegado —señalo la puerta con el gran nombre impreso de “dirección”.

— ¿regresaras a clases? —pregunté.

Negó —iré a detención, al parecer a la profesora Miles no le gustan las lagartijas —dejo escapar una risa al final— te veo mañana Melody.

Giro sobre su eje y desapareció por los pasillos. Sonreí de nuevo y entre a la oficina, empuje la puerta sintiendo olor a café expreso y murmullos por parte de las personas que trabajan ahí.

Pegado a la pared estaba un escritorio con una señora de edad avanzada sentada frente a una de esas computadoras que hacen ruidos extraños al encenderla. Trague en seco y camine hacia ella, acortando la distancia.