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-Puta, eso es lo que eres ¡Una puta traga pollas!
-Lo siento, enserio- dijo él sobándose la coronilla, mientras la sangre se pegaba a su cabello y el sudor pegaba el cabello a su rostro.
-Me repugnas, eres una maldita zorra- dijo su novio con tanta rabia y asco en cada palabra que decía.
-Por favor, yo no he hecho nada, ya no me golpees más.
El lo tomó de sus cabellos llevándolo hacia atrás.
-¿Que decías maldita perra? Acaso insinúas que miento?
-No, tú tienes razón, soy una puta- dijo con la voz temblorosa y con los ojos fuertemente apretados mientras de estos bajaban lágrimas.
-Mirame a los ojos puta barata, deberías agradecer de que yo este contigo porque nadie más te querrá.
-S-ssi, enserio lo agradezco, prometo no volver a hacerte enojar amor.
-Así me gusta, que mi linda princesa sea obediente- dijo y le dió un beso brusco en la frente.
Se levantó y se fue acercando hacia su estante, agarró una bara de metal y se acercó al chico.
-Espe-espera Kim.
-¡¿Cómo me haz llamado?!- lo agarró del cuello, asfixiandolo.
-Lo-lo siento.
-Después de tanto tiempo y aún no aprendes, creo que debo darte otro castigo- dijo para luego agarrar firmemente la bara y darle el primer golpe.
-¡Detente porfavor!- gritaba él desesperado, mientras intentaba cubrirse lo más que podía.
-Eso no decías cuando follabas con el puto de tú amigo.. Yo mando aquí ¡Yo! No tú ¡Oíste!-dijo para luego terminar de desvestir al chico tirado en la baldosa, empezó a darle tan duro con aquella bara que la sangre parecía salir de esta en vez de el chico, luego le dió repetidas veces puñetazos hasta que se aburrió, sus nudillos se encontraban llenos de sangre y el chico tiritando en el suelo.
-Por-por favor.
-¿Qué dijiste?- la levantó del cuello.
-Na-nada.
-Eso creí- dijo, lo tiró de nuevo al suelo y le patio en el rostro, luego de eso fue al baño para lavarse las manos mientras que el chico se arrastraba hasta la pared para recostarse en ella.
Al salir cargó a su chico y lo puso en su regazo de espaldas mientras le acariciaba el cabello y le daba besos en la espalda.
-Mi niño- suspiró.
-Mi linda princesa, tú sabes que todo lo que sucedió fue por tu culpa verdad.
-Si.
-Contestame bien ¡Mierda!
-S-si amor.
-Te merecías todo lo que te hice, pero recuerda que lo hice por el bien de nuestra relación, no puedes ir como una puta regalada con cualquiera.
Hubo un silencio en donde Kim acariciaba el cabello de su lindo novio y depositaba besos en la espalda de este, hasta que empezó a hacerle marcas con los labios, pequeñas marcas que significaban sólo una cosa, que él era de su propiedad, solo suyo y ningún imbécil podía tocarlo a menos que el lo permitiera.
-Me-me duele- dijo él al sentir como los chupetones estaban siendo cada vez más fuertes y algunos encima de los ya anteriores golpes.
-Cállate de una puta vez, estoy intentando darte amor y tú solamente me apartas, no quiero castigarte nuevamente así que ¡Cállate de una puta vez!
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