Aquél chico estaba roto por dentro, estaba sentado en su sofá, mirando a la nada mientras fumaba un cigarrillo y lloraba, él sabía qué todo estaba mal, tenía un nudo en su garganta todo el tiempo, el solo necesitaba un abrazo pero nadie se lo daba. Él no quería ser adorado, él quería ser amado de verdad por alguna vez en la vida.
Por más que su vida estuviera arruinada, sabía que podía amar a alguien aún, pero tenía miedo, tenía miedo a ser lastimado otra vez.
Un cigarrillo tras otro, más y más tazas de café todas las noches, secó sus lágrimas con sus manos temblorosas por la ansiedad y se dijo a sí mismo; Deja de llorar, todo estará bien en un tiempo, calmate.
Su voz temblorosa y quebradiza, llena de dolor y sufrimiento que tenía que esconder, él no tiene a nadie, sin embargo sigue adelante.
—Nath. 🃏🎲