Hace un año.
—Bien, ¿qué piensas apostar?
Eran las diez de la mañana de un lunes, todos los chicos estaban buscando algo con que entretenerse pues el manager les había comunicado que tenían el día libre. A Lee Jeno se le había ocurrido la brillante idea de retar a Jaemin aunque todos sabían que eso resultaría en un desastre, uno de cual ellos disfrutarían ver. Todos estaban reunidos en la sala prescenciando lo que sería la peor apuesta del mayor de los dos.
Pobre Jeno ¿cómo se le ocurre provocar de esa forma a Na Jaemin? Ni Donghyuck se atrevía a tanto, pero ahí estaba el pelinegro buscando qué podía ser valioso para atrapar la atención del castaño.
Ahora estaba todo el grupo alrededor de ellos, escuchando como Jeno apostaba dinero pero Jaemin declinaba su oferta sabiendo que este poseía una "gran deuda". A este paso Jeno se estaba ganando la lástima de sus amigos, el pobre no tenía nada que apostar.
—Deuda demoledora—aclaró el pelinegro señalando acusatoriamente al menor—Y apostaré lo que sea ya que no perderé.
Recibió la mirada confusa de todos en la sala.
— ¿Qué tal si apuestan cosas de bastante valor para ustedes?—dijo Renjun de la nada.
Donghyuck, Jisung, Chenle, Jaemin y hasta el mismísimo Mark, quien estaba ajeno a la situación, miraron a Renjun como si de repente hubiera descubierto la cura al cáncer. La cara de Jeno no mostraba preocupación. Renjun todavía parado en medio de los dos, quería aprovechar y echarle leña al fuego. Le gustaban las apuestas extremas y si estaba a su alcanze hacer de una apuesta tranquila a una que corriera sangre, estaba más que encantado.
—¡Jeno puedes apostar tu auto! — exclamó emocionado Chenle contrastando con la preocupación que se reflejaban en los ojos del maknae.
— ¡De ninguna manera! ¡Jeno ese auto es tu vida! Hemos paseado a todos lados con él. Es tu arma secreta.
Jeno retuvo el aire asintiendo dandole la razón pues el menor no se equivocaba, esa chatarra y él habian compartido momentos que él jamás olvidaría. Pero sabía que si no ponia en juego a su auto no apostaría nada con Jaemin, y no podía permitirse rendirse sin haber intentado. Fuera de eso, ganarle al menor sería fácil. Él siempre ganaba.
—Jisung tiene razón, es algo que nunca apostaría ni muerto.–añadió mirando fijamente a su rival, haciendole saber que estaba decidido a todo.
—Jeno apuesta su auto— declara Renjun, volteandose a ver al castaño— ¿Tú que no apostarías ni muerto, Jae?
— Pasear a cualquier lado en esa chatarra.–dice Jaemin llevandose una fuerte exclamación por parte del público espectador mientras Jeno se agarraba el pecho con fingida expresión de dolor.
— Entonces está decidido. Si Jeno gana la apuesta, Jaemin tiene que pasear con él en su auto toda una noche. Si Jaemin gana, Jeno le debe dar su auto.–finaliza Donghyuk empujando a Renjun a un lado con el fin de llegar al centro.
Ambos apostadores estrechan sus manos con sonrisas de autosuficiencia en sus rostros. Puede que Jeno haya dicho que jamás apostaría su auto pero tenía la apuesta ganada, además, había algo que impedía poder negarse a una apuesta contra Na Jaemin.
Ahora en la actualidad.
Jeno tenía el uniforme del evento puesto, sus flechas y arco estaban en el piso de su habitación, mientras él se alistaba y la noche caía lentamente sobre el departamento. Hoy grabarían los ISAC, y se encontraba muy cansado como para poder apuntarle a cualquier cosa, pero tendría que ganar esa apuesta. Estuvo practicando hasta el cansancio su puntería con el arco. Donghyuck se había acercado esa madrugada cuando el ruido de la flecha impactando contra la diana no lo dejaba dormir, lo miró y le tendió un vaso de agua, y posteriormente intentó convencerlo de ir a dormir y sacarle información para saber por qué estaba tan esmerado en ganarle a Jaemin, pero Jeno pidió estar solo practicando.
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Fanfiction❝Donde Jeno invitaría a Jaemin a la peor cita de su vida.❞ - inspirado en b99.