Desperté por la luz del sol que entraba por la ventana, maldije por no haberla cerrado y me doy la vuelta para seguir durmiendo.
No tengo ánimos para levantarme, de pronto se viene el recuerdo de lo que paso anoche con Yoyo, y me siento mal.
Cierro los ojos con fuerza, tratando de dormir otra vez, pero el sonido de la puerta que esta siendo tocada abajo no me deja, por lo cual obligadamente bajo abrir.
—Holaa, te desperté.
—Hola, no, no la hiciste, pasa sientate.
—Entonces por que tardaste en abrir.
—No tengo ánimos de nada Zab.
—Peleaste con Yoandri?
—Es algo peor, anoche me termino.
—Pero por que? Que paso?
—Anoche me dijo que ya no quería seguir ocultando lo nuestro, pero tu sabes como es mi padre, le dije que me diera un poco mas de tiempo y pues me dijo que no y me término.
—Pero haber Joel, que esperabas, ya iban dos años, me imagino lo incomodo que era para el al llegar a tu casa y fingir ser solo tu amigo.
—Lo entiendo, pero soy un cobarde le tengo miedo a mi padre.
—Si lo amas tanto, recuperalo y enfrenta a tu padre, pase lo que pase yo estaré aquí apoyandote en todo.
—Gracias, enserio, pero voy a dejar pasar un tiempo antes de intentarlo.
—Esta bien, pero estas consciente de que en el tiempo que dejes pasar Yoandri puede conocer a alguien más, verdad?
—Si— dije soltando un suspiro.
—Te parece si vamos a comer.
—Si, pero espera a que me cambie.
—Ok, apurate.
Subí a mi habitación, me cambie pasado algunos minutos y baje.
—Vamos.
Zabdiel se levanto y salimos de casa, íbamos caminando mientras hablamos de cosas sin sentido, riendo hasta llegar a nuestro lugar favorito.
Luego de comer nos fuimos a una paza que quedaba cerca de mi casa.
Una salida con mi mejor amigo, era lo que necesitaba ese día.