Solos (Tom y Bill Kaulitz)

Capítulo 10

Al mirar la hora ya era tarde, fui a buscar algo de comer y al terminar salí al jardín para fumar, el recordar lo que paso hace tantos años, en como las cosas estaban ahora no estaba seguro de confiar o no en mi hermano, me empezaba a sentir extraño, incómodo, distinto, como en aquellos años. Estaba cansado, me levante y saque mis cosas de la pieza, camine por un rato hasta que encontré lo que necesitaba me acerque al tipo y le compre las pastillas, era lo único que necesitaba en ese momento, las guarde en el bolsillo de mi pantalón y pase a una botillería para comprar unas cervezas, regresé a casa y al pasar por la sala la voz de Tom me hizo mirarle.

-Estas en lo de antes?

-No sé de qué estás hablando.

-Lo sabes muy bien, gastaste 12.000 dólares

-En verdad tanto te interesa lo que yo haga

-Me preocupas no quiero que vuelvas a lo de antes, el trato lo hicimos por algo, y los dos quedamos de acuerdo, no hagas que me arrepienta

-No te estoy pidiendo nada Tom, tu tenías tu vida y la muerte de tus hijos te ha cambiado mucho, ya no sé si confiar o no en ti

Me dolió decirle aquello a mi hermano, pero no quería volver a pasar lo de años atrás, su comportamiento era igual que, en ese entonces, en verdad, lo amaba, y lo que menos quería era verlo mal, pero no volvería a dejar que me usara como cuando teníamos 18 años, ya no era el adolescente estúpido de ese entonces.

El efecto del éxtasis en mi cuerpo fue más fuerte de lo que pensaba, estaba tirado en la cama, sentía el cuerpo pesado, la cabeza me dolía y todo me daba vueltas, al mirar a la puerta la silueta de alguien me hizo cubrir mis ojos con mi antebrazo, me volteé y me quedé así.

-Porque eres de esa manera, me duele verte así, Bill. Todo lo que ha pasado esté último año y en verdad que me gustaría que todo fuera como antes pero no se puede, estamos en la mira de todos.

Me acerque, el cuerpo me pesaba, al llegar con mi hermano, lo sujete por el cuello y lo acerque a mi cara, haciendo que nuestros labios se rosaran. Tenía miedo, miedo de que todo lo ocurrido se repitiera, no quería que mi hermano se destruyera como en esos años.

Terminamos en la cama, yo solo miraba a Tom, mientras que él me sonreía y me sujetaba por la cintura, nuevamente por un momento me sentí como en ese tiempo en el que me acosté con él, todas las otras veces no se sintieron igual, quería que fuera como en ese momento. Acerque mi mano a su rostro y la rose sobre su mejilla, en todo momento sentí su mirada clavada en mí, abrí las piernas para que estuviéramos más cómodos pero en ese momento se alejó, suspire y me quedé como estaba.

-Lo siento, esto es estúpido y es mejor que te vayas

En el momento que Bill me dejo solo en la sala, lo único que tenía en la cabeza era poder estar con él, el hecho que la novia de Georg nos hubiera visto teniendo sexo hace solo dos días no dejaba de rondar mi cabeza, aquel momento quería que se volviera a repetir, no quería dejar solo a Bill, me levante del sillón y subí a su pieza, lo había hecho, no sabía si había regresado a las drogas o si en algún momento en realidad lo había dejado. Todo me parecía tan irreal, como si todo lo vivido este tiempo hubiera sido solo un sueño.

Al llegar con Bill, el calor de su cuerpo o el momento, no sé qué era, pero no quería que forzarlo, no estaba bien y prefería esperar a que pudiéramos hacerlo como hace solo dos días. Nunca me considere Gay, tampoco bisexual, solo que Bill, tenía algo, no sabía que era pero todo de él me atraía, me hacía volver y no querer estar separados nunca. Me quede afuera de la pieza por horas, al entrar y verlo dormido me recordó como cuando éramos niños y se despertaba asustado por las pesadillas que tenía.