Lazo Roto ||JimSu|| Omegaverse

027

Namjoon notaba la felicidad en Jimin, era demasiado palpable y parecía que lo estaba volviendo todo un completo idiota.

- ¡Hey! -aventó una pequeña bola de papel hacía su amigo la cual cayo justo en su frente como él quería.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? -Namjoon soltó una suave risa al escuchar esas dos preguntas hechas por su amigo, pero era necesario sacarlo por unos momentos de esa nube de felicidad, pues posiblemente le llamen la atención.

- Nada en particular -se encogió de hombros-, pero créeme amigo, no deberías andar paseando con esa tonta sonrisa por todos lados, los profesores seguramente ya han de estar pensando que te haz drogado con alguna extraña sustancia del laboratorio.

Jimin frunció el ceño al escuchar eso, no era para tanto, no podía verse tan perdido como Namjoon le estaba diciendo, o eso es lo que él pensaba, tal vez si alguien se atreviera afirmarlo, seguramente hasta él pensaría que se había drogado con algo demasiado fuerte para poner aquella sonrisa de felicidad, ya nadie podía sonreír normal, si lo hacías porque en realidad te sentías eufórico, seguramente pensarían que estas loco o que simplemente te haz metido alguna sustancia, aunque no es necesario para sentirse de ese modo.

- En fin, ¿irás a ver a tu omega? -pregunto a lo que Jimin soltó un suspiro para después asentir-. Entonces seguramente es lo que te tiene por las nubes.

- Un poco -menciono en respuesta-, me ha besado.

- Por unos momentos pensé que serías tu quien lo besaría.

- También lo pensé, pero -sonrió-, fue genial que él lo hiciera así de imprevisto para mí, sinceramente me tomo por sorpresa y eso me encanto.

- Ese omega si que sabe lo que quiere -menciono Namjoon-, usualmente esperan a que des tú el primer paso, pero Yoongi se ve que es alguien muy distinto, ¿crees qué tenga algo que ver con lo del lazo roto?

- No estoy tan seguro de eso, me parece que él tiene una actitud fuerte e independiente, es fabuloso, aunque a veces me gustaría que se dejará consentir un poco.

Namjoon se encogió de hombros, conseguir omegas como Yoongi era algo que no podía ver mucho, y es que casi siempre se regían a las viejas costumbres en las que el alfa le daba todo al omega mientras que el omega se dejaba consentir de por medio y quería que todo el cortejo lo llevase a cabo el alfa, por supuesto los tiempos cambiaron, y aunque se siga llevando a cabo la misma tradición del cortejo, ahora podías ver que los omegas gustaban de participar en el mismo, para así poder sentir al alfa querido y viceversa, era mejor y algo más considerado.

- Ya quisiera yo tener a alguien así -menciono Namjoon-, tienes mucha suerte amigo.

- No creo que la suerte haya tenido que ver con esto.

- ¿Me dirás que el destino lo hizo? -Jimin dio un leve asentimiento sorprendiendo a Namjoon en el proceso- ¿No se supone que tu intelecto te impedía seguir esas tonterías del pasado?

- ¡Oh, cállate! -empujo levemente a su amigo beta causándole una risa-. Solo... creo que a veces puedes cruzar tu camino con alguien a quien menos esperas.

- ¿Un encuentro inesperado? Una serendipia.

- Eso es -menciono Jimin asintiendo-, y sinceramente me gusto, por un momento me había visto como un artista incomprendido que se la pasaba solamente encerrado creando obras maestras.

- Créeme que te vi de la misma forma -Jimin rodó los ojos ante ese comentario-, pero es bueno que Yoongi haya llegado a sacarte de esa tonta vida que llevabas, al menos te ha logrado enamorar chico de corazón más frío que la punta del monte Everest.

- No soy tan insensible.

- Corrección, eras un insensible, debiste ver a cuantas omegas tuve que mencionarles que no estabas interesado, y eso que ellas creían que les hacías caso.

- Exageras los hechos.

- ¡No lo hago, amigo mío!

Jimin admitía que en realidad no lo hacía del todo, siempre se había imaginado que no tendría a nadie de por medio que lo hiciera descolocarse de sus metas, la llegada de Yoongi a su vida había sido un golpe directo a lo que él creía, y definitivamente muy inesperado, por supuesto no quería dejar ir esa oportunidad, tal vez el destino se lo tenía preparado y si podía estar con ese hermoso y dulce omega, entonces aceptaría su destino.

Definitivamente ama su destino.