Prólogo

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Apenas uno de los chicos entra a la sala ella cierra la puerta para tener privacidad.

Al voltearse ve a Hoseok sentado en el sillón, esperándola a que tomara asiento también para poder comenzar, no se imaginan cuanto agradecía que Hoseok permitiera usar su estudio como lugar para las entrevistas.

Los tacones de madera resuenan en la silenciosa habitación con cada paso que daba y se sienta en una silla frente a él. Ella deja una grabadora en el centro de la mesa que estaba entre ellos y presiona el botón de grabar, se acomoda en el respaldo y cruza sus piernas para poder apoyar su cuaderno sobre ellas y comenzar a escribir.

"¿Podrías decir tu nombre, edad y la fecha de hoy, por favor?" pidió ella amablemente.

Hoseok arregla su postura y se aclara la garganta, "Jung Ho-seok, 24 años, la fecha de hoy es 11 de septiembre", "Soy Kim Namjoon, 23 años, en unos días cumpliré 24. Hoy es 10 de septiembre de 2018", "Min Yoongi, 25, 10 de septiembre, 2018", "Mi nombre es Kim Seokjin, tengo 25 años y hoy estamos a 11 de septiembre", "Park Jimin, 22 años, hoy es 13 de septiembre del 2018", "Me llamo Jeon Jungkook, tengo 20-no, espera…21, hoy estamos a 13 de septiembre", "Kim Taehyung, tengo 22 años, hoy es 12 de septiembre".

La rutina se repitió en su cabeza con el recuerdo de cada miembro sentado en el mismo sillón en solitario presentándose para la entrevista individual.

Una curva se forma en el borde de sus labios al notar como, a pesar de que cada miembro este separado de los demás, podían ser tan diferentes y al mismo tiempo compartir semejanzas con los otros.

"Bien, empezaré con la entrevista, eres libre de evitar cualquier pregunta que te incomode" repitió ella adhiriéndose a la rutina.

Un día común de semana, la gente se despierta a las 6 am, algunos a las 5, otros a las 4, algunos recién están llegando a sus casas para descansar a las 3 de la mañana. Algunos se despertaran e irán a preparar su desayuno, si eres afortunado podrás cocinarlo, otros solo se conforman con una taza de té, y para el que se desveló una taza de café doble expreso.

También están los que no tienen el privilegio, los que salen sin haber desayunado, o haber cenado la noche anterior, algunos no han podido tener una desde hace días porque aun no es la quincena, así que tienen que ir al trabajo, hacer horas extras para poder comer con un cuerpo acostumbrado a la desnutrición, exprimiendo como naranja toda gota de energía que quedaba para poder seguir en pie y sobrevivir para fin de mes.

Los afortunados salen de sus casas en sus trajes de diseñador hacia sus autos de ultimo modelo, y los empleados corren tras ese bus pensando que si hubieran salido un minuto antes lo hubieran podido tomar. Sin tener otra opción que mirar el bus desde el otro lado de la calle, con sus ropas desgastadas rompiéndose con cada paso que dan caminan sin vida, exhaustos hasta con cada respiro que daban.

El que no pudo tomar el bus camina junto a ellos sin darle importancia a su existencia, al fin y al cabo por qué debería importarle la insignificante vida de alguien de un extraño, y compra un periódico en la calle y se sube a un taxi que por suerte logró detener con el , en cambio el de ropas desgastadas se queda de pie frente a la vitrina de la tienda de televisores viendo las noticias, intentando adivinar que decían con solo leer los labios de los periodistas.

Esta agotado, sus ojos apenas pueden enfocarse en la pantalla, no fue hasta que la periodista sostuvo un libro en sus manos cuando su atención revivió. El hombre dentro del auto ve por la ventana el paisaje.

"¿Algo nuevo?" preguntó sin quitarle los ojos al lago que se encontraba frente a él. Una breve memoria vuelve a su cabeza, cuando era pequeño le encantaba pasar en auto por el puente colgante, lo que más le gustaba era hacerlo al atardecer, cuando el agua se transformaba en un espejo anaranjado y las nubes se teñían de rosado.
"Nada, pero está éste escritor, no sé si lo recuerda, el que sacó éste libro que fue best seller por casi dos meses"
"¿Ese libro de fantasía disfrazado de autoayuda?" preguntó, el conductor asiente con la cabeza. "Alguien debería callar a esa mujer de una vez... La ultima vez hizo un escandalo mundial por el contenido de sus libros" dijo con rencor el hombre, aún recordaba esa entrevista de radio donde el escritor dijo que lo había usado como inspiración para crear a su villano.
"¿Cómo sabe que es una mujer?" preguntó el conductor confundido. "El autor nunca ha mostrado su cara o su voz a la prensa, ¿Cómo está tan seguro...?"
"Solo una mujer puede escribir un romance".

El hombre dentro de taxi se deja caer en los asientos exhausto e intenta leer el periódico, había salido con tanto apuro que su corbata estaba a medio hacer y el sudor caía por detrás de sus orejas. Mientras secaba las gotas de sudor con un pañuelo se sorprende al ver que la noticia de un escritor ocupe la primera plana, pero no era cualquiera, era uno de los autores mejor pagados de la década. Antes de que pueda llegar a la página del artículo el olor a café entra al taxi por la ventanilla como una suave brisa de primavera.

Como un reflejo, el hombre detiene el taxi de un grito y corre dentro de la cafetería, se había olvidado que debía traerle el café a sus jefes hoy. Sin darse cuenta, y por el apuro, empuja a la gente que hacía cola y hace su pedido, sus manos temblorosas hacen que se caigan unos billetes silenciosos de sus pantalones. Sin hacer un ruido, la chica que estaba detrás de el se agacha y toma los billetes para luego tocar al hombre en el brazo con su dedo delicadamente.

"Botaste ésto" le dijo ella en una voz áspera.

La joven vio como unas gotas de sudor comenzaban a caer por la frente del hombre al darse cuenta de lo que acababa de hacer, también el terror que le causó la presencia de la joven, una chica de baja estatura con una gorra de baseball negra que tenía dos aros perforados al lado derecho, debido a que la su nariz y boca estaban cubiertos por una mascarilla negra su mirada se volvió más poderosa, una mirada similar al filo de una cuchilla que podía cortar cabezas, no sabia si reír o llorar con la aterradora pero tierna apariencia de ella.

"Lo siento" se disculpó él, y sus orejas se tornaban rojas de vergüenza el hombre de no mas de 30 se dirige a la cola que acababa de pasar a llevar, "Lo siento" repitió esta vez disculpándose con los que había pasado a llevar.
"No te preocupes , se ve que estas apurado, al menos a mi no me importa" le reconforta la chica al sentir lástima por él.

Se pregunta a si misma qué especie de horrores debe estar pasando el chico para haber actuado de tal forma por unos vasos de café.

El hombre la ve de pies a cabeza nuevamente, de alguna forma el aura intimidante que irradiaba la chica no concordaban con su actitud tranquilizante y cálida, algo que le daba una extraña sensación maternal. Después de que el hombre tomara su pedido se retira cabizbajo de la cafetería y vuelve a entrar al taxi que abandonó tan repentinamente sin decir más.

"Un doble expreso y un té de menta chocolate para Rose" gritó el barista.

Rose, la joven vestida de negro toma sus pedidos y se dirige hacia la mesa que su amiga había estado reservando para ambas.

Love Is More Than A Game For Two [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora