—Estás loco, es imposible... —decía agitando su mano en un gesto desinteresado mientras reía levemente.
Jongho no le miró mientras suspiraba y esperaba por el café que había ordenado.
—Sí tú lo dices —murmuró restándole importancia al asunto.
No era un adivino, pero sabía que era cuestión de tiempo para que Mingi procesara todo lo que acababa de decirle y se diera cuenta del detalle más importante.
Una vez estuvo listo su pedido, sonrió a la muchacha que le entregaba su café y el batido de su amigo más alto —a quien por cierto pareció analizarlo de pies a cabeza.
—Su orden —dijo ella siendo extremadamente amable mientras sonreía a ambos chicos, pero deteniendo su mirada un poco más en su acompañante—. Que tengan un buen día.
—Gracias, igualmente —respondió el menor al notar que su amigo estaba demasiado ensimismado como para contestar a la cortesía de la muchacha.
Estaba seguro de que, si Mingi se hubiese dignado siquiera a mirarla, ella no habría dudado en darle su número telefónico.
Pobre, si pudiera advertirle lo haría, pero la verdad es que le resultaba gracioso ver como las chicas solían caer a los pies del pelirrojo, mientras que este no hacía más que hablar de cierto castaño cuando no lo tenía cerca.
Una vez pagaron por lo suyo, ambos tomaron sus respectivas bebidas y comenzaron a caminar para salir del local que parecía ser cada vez más concurrido.
—Demonios —susurró Mingi una vez estuvieron fuera.
—¿Qué?
—Tal vez sí estoy enamorado de Yunho —reconoció sin pena alguna y con la mirada perdida en el vaso entre sus manos.
—Felicitaciones, eres el último en darte cuenta —dijo enfatizando lo lento que era su amigo para entender la situación, por lo que decidió negar con la cabeza para dar el primer sorbo a su café, lo que le costó una leve quemadura en la punta de la lengua por lo que inevitablemente terminó arrugando el gesto en una especie de mueca.
—No, quizá me estoy precipitando —susurró el más alto sin haber probado aún su batido—. Quiero decir... sé que es mi alma gemela —aseguró—. Pero no de una forma romántica ¿si se entiende?
Mingi por primera vez alzó la mirada desde que habían salido del local y entonces vio con cierta confusión como el más bajito lo veía entre asombrado y enfadado.
¿Por qué parecía como si fuese a golpearlo en cualquier momento?
No podía hacerle decir tantas cosas cursis sobre su mejor amigo y esperar que procesara todo tan rápido. Su cerebro y su corazón no estaban trabajando en conjunto ese día, por lo que necesitaba un respiro.
¿Realmente había dicho que Yunho era su alma gemela?
Por favor... ¿Se podía ser más cursi?
No tardó en volver a perderse en sus pensamientos, por lo que no notó que su acompañante intentaba tener su atención hasta que recibió un pequeño golpe en la frente.
—¿Y eso por qué? —preguntó sobándose la zona golpeada con su mano izquierda.
—Porque te lo mereces —sentenció ahora con una sonrisa y cierto aire de superioridad.
Ese chico era menor que él ¿por qué siempre parecía lo contrario?
No debería permitirle que actuara así con él, pero no podía evitarlo, y es que, pese a no tener una diferencia de edad abismal, terminó viéndolo como si se tratara de su hermanito pequeño.

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Dear BRO [YunGi]
FanfictionEn más de una ocasión les preguntaron si eran pareja. En más de una ocasión tuvieron que negarlo. Ellos eran amigos, mejores amigos para ser exactos, era como si en el otro hubiesen encontrado a su alma gemela... pero no en un ámbito romántico. Y...