Estaba oscuro, no había luna esa noche, y el aire helado se colaba por la sudadera de Auron que rondaba por el pueblo de Karmaland tratando de pasar lo más inadvertido posible.
Escuchó algo en un costado de la casa vecina, deteniéndose en el momento, era muy tarde para que alguien estuviera fuera en un pueblo como ese.
Se pegó a la pared y agudizó sus oídos, silencio fue todo lo que se escuchó durante unos eternos segundos antes de que el sonido de un grito ahogado y algo al caer seco contra el piso se escuchara.
Auron se acercó rápidamente al creer que se trataba de un pueblerino herido por un monstruo, pero lo que se encontró no fue ningún zombie o algún esqueleto, sino el cuerpo inconsciente de una linda pueblerina.
Levantó la mirada al sentir una presencia frente a él, pero por la pesada oscuridad no le permitía ver mucho más allá.
Se acercó lentamente con la mano en la empuñadura de su espada y la guardia en alto, unos ojos verde brillantes aparecieron de la nada y comenzaron a mirarle fijamente.
–Deja la espada– una voz desconocida para él hasta ese momento le amenazó desde la oscuridad. Auron decidió obedecerle alejando su mano de la empuñadora, pero siguiendo atento ante cualquier movimiento proveniente de aquellos ojos hipnotizantes o cualquier otro.
–¿Estás solo? – se atrevió a preguntar el castaño.
–Sí ¿Y tú? – Auron asintió con la cabeza, aun sin creerle.
Los ojos verdes esmeralda comenzaron a acercarse un poco hacia la escasa luz del lugar, el castaño estaba hipnotizado, no podía quitar la vista de aquella penetrante mirada, sentía que le calaba hasta los huesos, era imposible no sentirse atraído, menos cuando un esbelto cuerpo apareció ante él.
Reconoció a aquella persona en cuanto la vio, no es como si se conocieran, él sólo había escuchado rumores, unos muy sangrientos y bestiales sobre habitantes desaparecidos, cuerpos irreconocibles encontrados y un asesino desconocido al acecho, pero ni los exagerados rumores pueblerinos le hacían justicia a su aspecto.
Lolito era alto, no demasiado, sólo unos cuantos centímetros más que él, su pelo anaranjado, aunque un tanto desordenado estaba bien cuidado y brillaba ante la luz de las estrellas, su cuerpo era delgado, pero no en exceso, escondiendo la fuerza bruta que poseía, su piel un tanto blanquecina, con un ligero bronceado, y esos ojos verdes, que, aunque ya no brillaran seguían siendo hipnotizante y atrayentes, para Auron era hermoso.
–Hola Auron– Lolito seguía acercándose al contrario, decidido, no podía haber testigos, de alguna forma le apenaba, el castaño le parecía interesante, alguna vez le vio creando caos en patios ajenos, lentamente sacó su cuchillo del cinto mientras mantenía la vista fija en su próxima víctima.
–¿Necesitas una mano? -la pregunta de Auron le tomó por sorpresa, normalmente sus víctimas se quedaban completamente embobadas y después gritaban o pedían clemencia- tú tranquilo, no hablaré, y si no quieres la ayuda me iré y todo como si nada, aunque hayas querido asesinarme- dijo con la mirada en el cuchillo que Lolito traía en su mano- ¿Qué dices? –
Lolito lo meditó unos segundos, podría ser divertido–Muy bien– dijo animado y con una sonrisa en su rostro antes de darle una vuelta al cuchillo entre sus dedos y guardarlo.
Auron nuevamente quedó hipnotizado, la sonrisa del pelinaranja era aún más atrayente. Le devolvió una media sonrisa coqueta y dio media para dirigirse hacia el cuerpo de la pueblerina.
Definitivamente será divertido pensó Lolito.
Auron inició apartando a la mujer del sitio con la intención de quitar la sangre, al psicópata le extrañó, no estaba acostumbrado a ser tan metódico, sólo atraía a las pueblerinas con su encanto y las asesinaba en su casa, pero con ella por alguna razón su habilidad no funcionó y eso podría ser peligroso en algún futuro, por lo cual tomó la decisión de quitarla del camino, tuvo que recurrir a la violencia para llevarla a su casa. Lo que también le sorprendió fue que Auron tampoco cayó ante su encanto, tal vez se estaba volviendo débil.
–¿Qué haces? –
–Eliminar evidencia– respondió el castaño mientras cavaba un agujero y dejaba la tierra con sangre y la tapaba con otra normal.
–¡Haz algo tío! Sé que soy sexy, pero tampoco es para mirarme demasiado, toma a la chica y vámonos–
Lolito obedeció y se dirigieron a las afueras del pueblo discretamente y evitando a los guardias, Auron quedó asombrado de la destreza del psicópata, a pesar de traer una mujer a cuestas era bastante silencioso, con movimientos rápidos y ágiles, parecidos a los de una serpiente. Por culpa de quedarse admirando esos despiadados movimientos recibió unos cuantos golpes de los mobs.
Pero aun así tampoco se quedó atrás, quería sorprender a Lolito, demostrarle con quién trataba, cada uno de sus movimientos era estudiado y realizado con rapidez y agilidad, pareciendo un gato al acecho.
Auron ya había comprobado que sabía arañar y luchar tan bien como un león, pero Lolito se preguntó si ronroneaba igual que un minino, le interesaba descubrirlo.
En algún momento del recorrido el más bajo había volado por los aires gracias al ataque de un zombie chetado, sin poder evitar que se le saliera alguno que otro insulto, Lolito no pudo revivirle, seguía luchando contra otros mobs, por lo que no le quedó de otra que rendirse y resucitar sorprendiendo una vez más al otro. No estaba molesto, pero sí quería venganza.
–¡Ven hijo de puta! No huyas cabrón- insultaba mientras que con movimientos rápidos esquivaba el ataque del zombie y propinaba espadazos- soy el puto amo– decía entre risas, contagiando a Lolito.
Ambos entraron en casa del pelinaranja y su niña, evitando reírse fuerte y recuperando el aliento perdido, el dueño de casa le dijo al castaño que esperara un rato, a lo que Auron obedeció, aprovechando para observar la casa y dar vueltas por el lugar.
–Gracias– Auron se sobresaltó un poco al escuchar la voz detrás suya.
–No es nada, fue divertido– una sonrisa coqueta volvió a aparecer en los labios del castaño, Lolito sintió nuevamente caer ante ella, ya no estaba seguro de si asesinarle o arriesgarse y dejarle con vida.
Tal vez debería intentarlo–¿Dirás algo? – preguntó mientras se acercaba al contrario, que le mantenía la mirada un tanto desafiante y juguetona.
Los ojos de Lolito comenzaron a brillar nuevamente mientras acortaba lentamente la distancia entre ambos, Auron sintió como su pulso se aceleraba y el estómago se le revolvía, presentía la amenaza detrás de la pregunta, pero él era bastante hábil para zafarse, sabía que se había dejado encantar por lo despiadado, sangriento y frío que llegaba a ser Lolito, pero eso no le ponía nervioso, lo que le colocaba así era esa mirada, y no permitiría eso.
Se mantuvo quieto en su puesto mirando fijamente a quien se acercaba, dejando que sus ojos lentamente se volvieran de un ligero tono rojo, el estómago de Lolito se revolvió ante eso, deteniéndose a unos centímetros del otro aun manteniendo la mirada.
–No– respondió seguro y con voz baja el castaño, sus ojos se volvieron un tanto más brillantes, sellando su promesa.
Lolito tal vez ya no le asesinaría, pero sí lo vigilaría, y Auron tal vez seguiría haciendo de las suyas, pero ahora en compañía de un posible amigo.
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|LolitoplayWeek| Karmaland
FanfictionSólo me sumo al #LolitoplayWeek Por favor no toxicidad. Todo es ficticio y basado en el roleo de unos boomers de 30 años jugando minecraft. Leer bajo su propio riesgo.