Capítulo Uno

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Algunas cosas del pasado.

—¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta!-Elizabeth salto a la cama de su padre y no dejaba de dar brincos para que Tom se despertara. Tom se coloco una almohada en la cabeza y la apretó fuertemente.—Papá despierta, se hará tarde para ir a la escuela, hoy es mi primer día ¡Despiertaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

—¿Podrías darme un segundo?—Se sentó en la cama y la miro. Estaba  recién bañadita, tenía unas coletas en cada lado de su cabeza y le sonreía

—Sí, pero apúrate que tú me vas a llevar hoy a la escuela.

—Que te lleve Liza, ella es tu niñera.

—Pero tú me lo prometiste.

—Pero tengo sueño, ¿sabes que acabo de llegar de una gira?—Miro su rostro, estaba a nada de llorar...—No, no vayas a...—Para entonces ya era tarde la niña lloraba desconsolada. —No llores— Se levanto y la cargo—Te llevare a la escuela, dile a Liza que me prepare un café cargado.

—Ya voy—Se seco las lagrimas y se fue saltando de gusto.

Tom se metió al baño, y después de la ducha de agua fría bajo a la sala, Elizabeth lo esperaba sentada en el sofá, con su mochila y una gran

sonrisa. Liza le dio su café que el se tomo de un sorbo.

—¿Quiere que me quede?

—No será necesario, yo iré igual por ella.

—Entonces nos vemos ¿Mañana?

—Te aviso en la noche.

Salieron de la casa y Tom subió a su hija en el coche, le puso el cinturón de seguridad y el ocupo su lugar.

—¿Qué hiciste mientras no estaba?

—Pasear, abuelo me llevo a todos lados con mi abuelita. Fuimos a la feriá a el cine, a muchos lados.

—Que bien, ahora ¿Dime quien cumple años en un mes?

—Yo.

—¿Qué quieres de regalo?

—Una mamá—Tom freno de golpe y miro a su hija por varios minutos.

                                   ...

—¿Estás listo?

—Si

—Entonces tomate todo tu licuado que se nos hace tarde para ir a la escuela. Hoy es el primer día y debes de llegar puntual. —Alexander se apresuro y su madre le preparaba sus cosas.

—Vámonos—Los dos abandonaron el lugar y se fueron en el coche de su madre, platicaban de nada en especial solo de lo emocionado que

estaba Alexander por su primer día de clases.

—Mamá, quiero que me digas algo. ¿Prometes que me contestaras?

—Claro

—¿Quién es mi papá?—La pregunta la hizo palidecer y quedar muda por completo, nunca pensó en eso, su hijo le había preguntado por el imbécil de su padre.

—Bueno, tu padre...

—Quiero un papá.

Tanto Tom como Sahara se convirtieron en padres a los diecisiete años, a Sahara su novio

la dejo poco después de que ella le dijo que estaba embarazada, la dejo sola sus padres la ayudaban pero como de ella había cometido el error

Pequeños TraviesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora