Cai ante un Mujeriego y encontre el Amor [ EDITANDO ]

Capitulo 34 Jodidamente Perfecto

Perspectiva de Alli

Estaba subida en James como si mi vida dependiera de ello a la mierda el orgullo solo sabia que lo amaba pero era muy temprano para decírselo. Entramos a la habitación de James y me poso suavemente en la cama para sacarse la camisa para luego besarme intensamente.

-Hoy eres mía - lo escuche decir y yo solo asentí no tenia nada mas que decir ni que hacer ya no me podía resistir ni tampoco quería hacerlo. y comenzó a acariciar mis muslos haciéndola gemir levemente y  paso de besarme los labios al cuello para luego finalizar besando mis pechos lo cual me hizo tirar mi cabeza levemente hacia atrás me deje en la cama y empezó a desnudarse su erección salio orgullosa y mientras yo  solo miraba para luego mojar mis labios y acercarse a mi metí la punta de su miembro en mi boca lo cual lo hizo gemir levemente para después soltar un gruñido ahogado cuando yo introduje todo su miembro dentro de mi boca y gruñio mientras yo me movía lentamente haciéndole  disfrutar.

- Así.... Oh nena.... Vamos para que me voy a correr - Me dijo entrecortadamente pero yo le hice caso omiso a sus palabras y seguí  torturándolo.- Pues hazlo -le dije para después volver a mi tortura a lo cual el no pudo resistir mas y se corrió en mi boca fue tan placentero verla saborear mi semen y tragarlo con sus ojos dilatados y totalmente lujuriosos.

Se separo de mi bajo lentamente hacia donde mi sexo estaba tapado por las bragas del biquini las bajo lentamente mientras me miraba a los ojos me abrió las piernas y le dio una lamida a mi sexo, baje mi mano y la aferre a su cabello empujándolo  mas hacia el mientras que con mis manos baje las copas de mi sostén y me apreté los pezones mientras el seguía lamiendo y chupando mi sexo en un abrir y cerrar de ojos me tomo por las caderas y se introdujo dentro  de  haciéndome gemir solo se escuchaban nuestros sexos chocar mientras sus roncos gruñidos y mis gemidos eran lo mas perfecto que podíamos escuchar.

- Vamos nena quiero escucharte decir mi nombre - me susurro levemente y yo de una forma muy coqueta le respondí - James-  y eso fue la gota que rebalso el vaso se corrío gritando mi nombre y yo  le seguí  gritando el suyo y  fue jodidamente perfecto.