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Fue el verano de 2017 cuando Minho conoció a Christopher. Aquel verano donde disfrutaba con sus amigos, apareció el bonito australiano con hoyuelos adorables, lucia tan angelical siendo iluminado por los rayos del sol de aquel día. Y así lo recordaba, soleado, brillante, radiante y amoroso, Chris era un ser tan rodeado por un aura tan pura a ojos de Minho. Tenían planes a futuro, sueños, ilusiones las cuales rodeaban aquella burbuja de amor que sentían mutuamente. Minho jamás imagino lo que sería experimentar aquel primer amor, aunque a ciencia exacta nunca ninguna persona puede imaginarse lo que es el despertar de sus más profundas emociones y sentimientos, causados por una única persona en todo el mundo. Porque su mundo se había centrado en Christopher, su órbita e incluso sus pensamientos rodeaban aquel ser tan angelical que lo tenía completamente enamorado, Minho podía ser simplemente el cuando se encontraba a su lado. Pero lamentablemente nadie tiene un manual sobre cómo llevar las cosas cuando experimentas aquel sinfín de emociones tan difíciles de controlar.
Que dos personas se alejen no significa que dejen de amarse, muchas veces es por un bien mayor, algunas otras es la mejor opción, y en caso de ellos, no fue lo que Minho quería. Que si Lee era sincero, jamás imagino que Bang se iría tan rápido de su lado, jamás creyó que conllevar un vacío tan grande como era su ausencia en su vida iba a ser tan pesado y doloroso de llevar. Y así fue, no sabe en qué momento ni como pasó, pero ya no tenía a su amado sosteniendo su mano, ya no caía rendido en sus brazos luego de una velada de besos y caricias acurrucados en la cama, ya no más oír sus risas al compás, no más bailes bajo la luna y mucho menos apreciar las estrellas juntos. Se había terminado, Minho había despertado del sueño perfecto donde Christopher estaba a su lado, aquello se había esfumado en un simple segundo.
Solo él había sido testigo de las noches donde había llorado desconsoladamente deseando por volver a tenerlo en sus brazos, solo él fue testigo de las veces que escuchó sus canciones hasta quedarse dormido, su sufrimiento, el dolor, la culpa y cada horrible sentimiento generándose en lo más profundo de su pecho. Aquel peso sobre su corazón que se negaba a aceptar la realidad, ¡y aquello le molestaba! se preguntaba siempre por qué debía ser él quien la pasara mal, su ex amado lucia mejor sin él, era cuestión de aceptar las cosas.
¿Como aceptaría aquello? pensar que él había cagado las cosas le atormentaba de la peor forma. No había llanto que pudiese calmar sus emociones, callar su corazón ahora tan roto como podría estarlo, todas las noches comenzaba aquel infierno donde sus pensamientos se volvían su peor enemigo, se encontraba tan jodidamente hundido sin él.
Pero debía ser fuerte, la realidad era aquella y Minho lo sabía con claridad, el no era tonto. Sus sentimientos lo cegaban una y otra vez, pero nunca hay vuelta atrás ni fuerza mayor que pueda arreglar ese tipo de errores.
Minho se preguntaba cada día, conocía gente pero nadie como él, nadie asimilaría cada pequeño y gran sentimiento que Chan había logrado florecer en su corazón, había sido dueño de sus más dulces palabras, sus más sinceras y amorosas acciones, pero también de sus llantos más dolorosos y las noches más tristes y difíciles de pasar. Nadie lo había amado con tanta intensidad y él tampoco amó con tanta intensidad. Aquel amor que quedaría de por vida grabado en su mente y corazón, fue borrándose de sus recuerdos.
Dejó de doler porque lo olvidó, pues suelen decir que cuando olvidas algún sentimiento, este se esfuma. Olvidó los recuerdos al lado de su lindo chico de hoyuelos, olvidó las noches llenas de promesas rotas y vacías, cada te amo, cada palabra de amor absolutamente todo había quedado atrás.
Minho intentaba ser fuerte, por él y por seguir adelante tanto como aquel chico lo había hecho, él ya había soltado su mano hace mucho tiempo ¿ por qué resultaba tan difícil para él hacerlo? era tiempo. Y así fue, el tiempo avanzó y los recuerdos fueron reemplazados por otra rutina, los días marcharon, también la vida.
Quizás siempre hubiese deseado no pagar estas consecuencias, simplemente en su pequeño corazón tuvo una pequeña pizca de esperanza con que alguna vez en el futuro...sus caminos vuelvan a cruzarse, el daría lo que fuese porque sus corazones vuelvan a latir juntos y sincronizados, el realmente daría todo por volver a sentir aquel loco amor, y que solamente él fuera dueño de sus más intensas e íntimas emociones.
