-¿Has pensado en lo de mañana?- preguntó de pronto Alyss, la amiga de Silena mientras recogían sus cosas de las taquilla.
- Creo que voy a estar ocupada, eso de una fiesta... Tengo una media de sobresalientes que mantener.- respondió la chica castaña guardando todo en su mochila.
- ¡Vamos! ¡Las chicas no dejan de decir que va a ir Thomas también!
- ¡Claro! ¡Al que solo conozco de vista!
- Pues no dejan de decir que seguro que te invita a salir, que no deja de mirarte en clases.
- No, seguro que solo quiere que le ayude con alguna clase, olvidalo, tengo que estudiar.
- ¡Siempre sacas buenas notas! Y la fiesta es mañana por la noche, anda, Sil...
- ... Lo pensaré...- cortó Silena ya que su padre venía a recogerla en su Mercedes. Subió rauda y veloz, despidiéndose de su amiga con la mano.
- ¿Qué tal las clases, cielo?- preguntó su padre conduciendo rumbo a su casa.
- Como siempre, tenemos preparados unos exámenes y una fiesta mañana, pero no creo que...
- Podrías ir a la fiesta.
- ¿Cómo? - Silena dejo de rebuscar en su mochila y miró con sus ojos verdes a tu padre.
- Te esfuerzas mucho, no te vendría mal desconectar un poco, hija.
- Estoy bien, solo... No me gusta estar en multitudes.
- Pero si organizar las cosas del instituto.
- Es diferente, papá, eso me ayuda con la universidad... - Silena miró un sobre que asomaba por su libro, este tenía su nombre escrito en uno de los dorsos, pero no recordaba haberlo cogido del buzón. Lo abrió y empezó a leer:
Querida Silena.
Se que esto te parecerá una locura, pero te escribo por qué estás en grave peligro.
Nuestra madre supo que corríamos peligro y por eso nos separó nuestra tía, pero ahora no está aqui...
Se que seguramente estarás confusa, pero soy tú hermana mayor, Acacia. Tienes otras dos hermanas mayores más. Y las cuatro debemos permanecer unidas ahora, o tendrá graves consecuencias negativas para nosotras y los que nos rodean.
Te adjunto un mapa para llegar a nuestra casa además de escribirte la dirección.
Espero que respondas a la carta de forma positiva.Tú hermana, Acacia.
Silena leyó una y otra vez la carta sin poder creer exactamente lo que leía. Hermanas, madre, tía, familia... Peligro... Tenía que ir a hablar con esa mujer, aunque sólo fuera para que dejará de mandar esa clase de cartas.
En cuanto llegara a su casa iría a la estación más cercana e iría a hablar con esa mujer.
Mientras, Acacia atendía su herbolario, colocando las plantas, pesandolas y embotellado pequeñas dosis, para dolores de cabeza, musculares, sanguíneos, remedios contra la tos o cualquier tipo de dolencia.
Justo en ese momento entro por la puerta Max, su amigo de la infancia con su tez bronceada, pelo negro largo y ojos castaños.- Hola, Acacia, ¿Tienes el pedido de mi abuelo?- quiso saber el hombre.
- Si, estaba esperando por ti para poder cerrar antes.- admitió la mujer y pusó unas bolsas en el mostrador.
- ¿Vas a cerrar pronto hoy? ¿Ha pasado algo?- interrogó con cierta preocupación.
- Oh, no. Solo tengo visita, y quiero preparar un buen recibimiento. Serán doce dólares.
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When Magic Rises
FantasyUn poder, una familia, un destino quizás inevitable. Las cuatro hermanas Bellerose deben tener cuidado, sus increíbles poderes, codiciados por los seres más malvados del inframundo, podrían costarles la vida. Acacia, Neryum, Sakura y Silena deberán...