Un nuevo día comenzó, las 6 de la mañana. Mi mamá me llevó con mi peluche a la casa de mi tío. Allí podía dormir hasta las 8:30 y me llevaba al colegio a las 9. Mi tío era como mi papá, al que no conocía, mamá siempre decía que él no existía, que éramos ella y yo. Mi tío tenía una novia, Hannah. Me gustaba cuando me hacía unas tostadas con forma de estrellas con chocolate. Mamá venía a las 6pm a recogerme y yo ya tenía todos los deberes hechos. Los fines de semana no me quedaba con mi tío, y los echaba de menos, pero mi mamá me regalaba muchos libros y mientras ella trabajaba yo me sentaba en el sofá de la habitación de juegos y me ponía a leer.
10 años después
Sonó el despertador a las 7:15, un gruñido salió de mis labios, lo desconecté de mala gana y me replantee mi existencia mirando al techo. Cuando pasaron cinco minutos y a punto de dormir, me incorporé en la cama y con pesar en el cuerpo fui directamente al baño. El espejo reflejaba una persona con ojeras que llegaban hasta los pies, consecuencia de haberme terminado un libro y quedarme hasta las tantas de la noche leyéndolo. El pelo echo un desastre al rededor de mi cara. Los ojos hinchados como bolas de billar. En definitiva, una hermosura. Me peiné y puse mi pelo en una cola alta, me maquillé lo más mínimo para que mi cara fuera un poco más aseada y me vestí con una camiseta de manga corta, una sudadera, unos pantalones y unos tenis. Bajé a desayunar, lo de siempre, cereales. Mi tío venía a recogerme todos los días a las 8:10 y como siempre iba tarde ya era la hora y yo aún estaba desayunando. El pitido insistente de mi tío hizo que me diera más prisa al comerme los cereales. Salí corriendo de mi casa cerrando la puerta con llave tras mí y mi tío me estaba esperando con su traje.
- Buenos días Mack.- Mi tío, mis amigos y mis familiares siempre me llaman Mack, que proviene de Mackenzie.
- Buenos dias John- mi tío había estudiado para ser abogado, y consiguió su sueño, ahora era el mejor abogado que conocía, aunque no supiese mucho del tema.
El trayecto con mi tío es siempre divertido, es lo más parecido que tengo a un padre. Mi instituto era muy grande, yo iba a bachillerato, tenía 17 años y quería ser médica, desde siempre me había gustado el ambiente que se respiraba en el hospital, aunque para algunos fuese triste, a mi siempre me gustó estar allí.
A lo lejos logré distinguir una silueta que parecía mi amiga entrando. Era muy temprano para correr así que entré después de ella.
- Buenos días- Dijo alegremente, ella simplemente pensando en su vida es feliz.
- Valla tono para un Lunes a las 8:30- Bromeé.
- Ayer quedé con el chaval que te conté y acabó la cosa muy bien- Me cogió de la mano- Creo que me gusta mucho- Como todos.
Mi amiga es de tirar mucho a las personas de su lado, sorprendentemente a mí aún no me lo había echo.
- Que bien tía.- Luna se acercaba con paso acelerado hacia nosotras, salvada por la campana- Buenos días Luna.
- Buenos días chicas.- Luna era una chica nueva en el instituto, un día yo decidí integrarla en nuestro grupo y aquí está salvándome de las tonterías de mi mejor amiga, a la cual no le caía bien porque yo había echo muy buenas migas con ella.
El día escolar acabó, al salir del instituto nunca iba en el coche de mi tío, él estaba trabajando a las 3, no me quedaba otra que ir a pie. En el trayecto solía escuchar música porque es muy aburrido andar sin nadie con quién hablar, tú sola en la inmensidad de tus pensamientos con música en tus oídos, realmente la idea no me desagradaba. Al llegar a casa recibí un mensaje de mi madre:
"Hola cariño, me puedes traer la carpeta que está encima de la encimera, que se me olvidó esta mañana, se que está lejos, pero es muy importante"
Yo le respondí: "Claro, ya voy, no te preocupes" y un emoji de un beso.
ESTÁS LEYENDO
El Hijo de mi Padre
RomanceMackenzie, una chica adolescente le empieza a gustar un chico. Lo que no se esperaba es que este chico fuese el hijo de su padrastro, quiere ocultar sus sentimientos en lo más profundo de su corazón, pero no se puede contener cuando está cerca de él.