Capítulo 1

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Volvió a leer el mensaje que Seigi le había enviado ¿Qué pasó? ¿Por qué no vendrá a trabajar? Así que llamó a su primo Jeffrey y pidió que investigara si ocurría algo e incluso mando a su maestro (el que le enseñó sobre las gemas), a que le preguntara a Seigi si algo ocurría y así pasaron los días.

Le había enviado un mensaje esa tarde "¿podemos hablar?" y tampoco fue contestado. Había recibido noticias sobre su primo y lo que había encontrado, no obstante, el tono que su primo uso para hablar del caso fue serio, y eso lo lleno de preocupación. Había escuchado de su maestro que Seigi tenía que estudiar para unos exámenes y que por eso no iba a poder laboral, pero entonces le mencionó sobre renunciar y eso hizo que su entrecejo se frunciera.

Llegó viernes y canceló todo lo que tenía en su agenda para trabajar. No quería que nada lo interrumpiese en todo el día. Recibiría un paquete de su primo temprano y con el tono que uso la última vez que habló con él por teléfono, lo asustó.

Se desabotonó su saco de color gris y entrelazó sus dedos sobre su regazo, estaba nervioso y ansioso. Miró por la ventana y pensó en Seigi ¿por qué no le contestaba? Suspiro y cuando oyó los toques en la puerta, se levantó como resorte y camino hacia la puerta. Abrió y vio al chico del recado.

— firme aquí -le entregó una máquina para que firmara sobre la pantalla y así lo hizo antes de entregarla devuelta- esto es para usted, que tenga bonito día -sonrojado-

Richard con su rostro serio le dijo gracias en inglés y agarró el paquete para luego cerrar la puerta con seguro. Antes de tan siquiera sentarse, abrió el paquete y luego tomó asiento. Vio varías fotos de un hombre de cabellos grises y algo mayor, caminando entre la gente, solo, y cerca del apartamento de Seigi.

Frunció el ceño ante esto y luego vio una fotografía de Seigi, salía corriendo de la universidad. Luego vio otra de Seigi con un moretón en en su mejilla y eso lo hizo enfurecer.

Su teléfono sonó y rápidamente lo contestó:

— por tu respiración sé que recibiste y abriste el paquete -su primo suspiro pesadamente por la otra línea-

— ¿Qué significa esto? ¿Quién es ese hombre? -preguntó enfurecido-

— ese hombre es el padre de Seigi, el biológico. Volvió y ahora vive con Seigi. Por lo que dijo el casero, ha escuchado a Seigi llorar varias veces y a su padre lo persigue unos prestamistas por un dinero que debe

Todo cuadro para Richard en ese momento. Ahora entendía el comportamiento de Seigi.

— esta bien ¿puedes secuestrar a Seigi?

— ¿estás loco? -preguntó incrédulo-

— -respiró profundo para relajarse- por favor

— lo haré, pero lo dejaré en tu casa en la noche

Luego de que esa conversación terminara, Richard se hizo un té (su favorito), y llamó a sus clientes para cancelar citas que tenía con ellos en los próximos días. Cuando hubo terminado, salió del local, cerró y montó en su jaguar para ir directo a su casa.

Los focos en las calles eran lo único que alumbraba esa noche. Todo era tranquilo y cuando se estacionó frente al edificio donde residía, se bajo del coche y entró para tomar el ascensor y subir a su piso. Cuando las puertas se abrieron ahí le vio, frente a su puerta. Seigi estaba sentado en el suelo, atado y una capucha negra sobre su cabeza.

Negó con la cabeza para alejar esos pensamientos impuros que sentía por Seigi y rápidamente se acercó y acuclilló para desatarlo y remover la capucha de su cabeza. Su mirada se enfocó en los ojos rojos llenos de lágrimas, la nariz de color rojo al igual que sus mejillas, el moretón de color púrpura (que hacía juego con su color de ojos y cabello), en su mejilla (aparte del sonrojo que yacía sobre estás); y su labio partido e hinchado.

— ¿Seigi? -habló con un tono de voz suave y acuno las mejillas del susodicho en sus manos y acercó para dejar un bezo algo efímero sobre los labios contrarios- ¿por qué te enfrentas a esto solo?

— r-Richard -su voz era frágil a lo firme que usualmente era- mhm -cerró los ojos y sollozó mientras envolvía sus temblorosos brazos alrededor del cuello de Richard, quien lo recibió gustoso-

Richard lo cargo en brazos y abrió su puerta sin dificultad. Noto las ojeras debajo de los bellos ojos de Seigi, y lo ligero que se sentía en sus brazos. Hundió su nariz en el cuello del contrario para inhalar su aroma mientras caminaba hacia su habitación en donde recostó a Seigi.

— duerme, cuando despiertes hablaremos -dijo con delicadeza mientras acariciaba los cabellos del contrario-

— no te vayas -sorbió por la nariz-

Richard tomó asiento a su lado y sostuvo sus manos entre las suyas.

— ¿por qué no me dijiste? ¿Por qué no pides ayudas? ¿Pensabas cargar con esto tu solo? -habló con severidad-

Seigi sintió sus ojos llenarse de lágrimas otra vez para terminar sollozando.

— no quería involucrarte. Tengo sangre de él dentro de mi, hay un lazo de padre e hijo -dijo entre sollozos- tenía miedo de que me siguiera hasta el trabajo y pidiera mi sueldo para el quedárselo, como es mi padre -asintió y Richard frunció el ceño- o que el té pidiera dinero o estafará -

— ¿y decidiste cargar con todo esto solo? Mira cómo te ha dejo -le tomó del mentón y soltó con delicadeza para levantarse de la cama- duerme, iré a prepararte algo

Salió de la habitación y camino hacia su cocina donde preparó algo comestible. Acompañado de su té claro esta. Apago todo en la cocina y camino hacia el balcón, saco su teléfono e hizo una llamada.

Esto no se iba a quedar así.

Cuando Seigi se levantó, se sintió más ligero. Había sacado todo cuando le contó a Richard ¿estará enojado con el? Y con razón. Suspiro y se levantó de la cama para caminar fuera del cuarto e ir al comedor, donde encontró a Richard.

— Seigi, siéntate -con un movimiento de cabeza a punto hacia la silla del frente- antes que se vuelva a enfriar

— y-ya voy -Seigi se apresuró y soplando y soplando terminó de comer su comida- estaba muy rico, Richard -sonrió tímidamente y bebió de su té-

— ¿te sientes bien? -preguntó-

— sí, gracias. Me duele un poco la mejilla y el labio, pero mejorare -sonrió a Richard-

— ya no tienes que vivir con miedo, puedes contar conmigo así como me ayudaste en Londres, ahora te ayudo a ti, Seigi -le mostró una sonrisa pequeña- puedes volver a tu apartamento en la mañana, esta noche dormirás aquí -se desabotono su camisa un poco y vio a Seigi sonrojarse- ¿estás bien? Iré a ducharme, luego puedes ir tú

Seigi suspiro luego de ver a Richard levantarse y perderse en su habitación. Se levantó y cogió los platos para lavarlos como se suponía. Seco sus manos y salió de la cocina para dirigirse a la habitación de Richard.

Lo que no esperaba era verlo solo en pantalones de dormir, sin camisa. Tragó duro y se apresuró a entrar al baño para ducharse. Cuando salió y metió debajo de las sábanas con Richard, su corazón retumbó en sus oídos. Le gustaba Richard, que va, estaba enamorado de su jefe y pese al sollozar con anterioridad en el abrazo con Richard. Juro haber sentido los labios del contrario sobre los suyos, pero negó, no podía ser cierto.

Sintió unos brazos rodearle la cintura y como un firme pecho se apegaba a su espalda. Se sonrojó de sobremanera y los vellos de su nuca se erizaron al sentir los finos labios y la respiración contraria sobre su piel.

— Seigi -murmuro contra su nuca- te protegeré -dijo con voz suave y casi severa, pero con una calidez que embriagaba el corazón de Seigi-

— te amo, Richard -su voz salió aguda para su gusto, pero sintió como Richard besaba su nuca mientras acariciaba su plano abdomen con sus finos y largos dedos; Seigi gimió casi inaudible por las caricias y besos que Richard repartía sobre su piel-

— no dejará que nadie te vuelva a poner un dedo encima -mordió la nuca del contrario ligeramente y escuchó un pequeño quejido que lo invitó a más-

Y Seigi sin más, se dejó llevar... ♡

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