el diario de Kansas

Aceptación

Ya paso otro año y tengo que admitir que aún no logro aceptarme. Aceptarse es vivir conforme con lo que uno es.
La Kansas de años atrás buscaba la aprobación de los demás en vez de la propia (la que vale doble).

+ Escuchar la música que todos escuchan.
+ Seguir las modas que todos siguen.
+ Ver lo que el reto mira.

¿Por qué debo hacer las cosas que no me gustan para caer bien?

Nada de la música que escucho o de las cosas que veo son del interés del resto.
Estoy muy orgullosa de la gente que sigo y me gustan las cosas que hago, pero ¿por qué lo escondo?
El simple hecho de que vayan a juzgarme o despreciarme me hace débil.

Me quedo callada.
Tengo que esconderlo.

Pero se que no debería.
Inconscientemente estoy tratando de encajar en los estereotipos que impone la sociedad, esos que te marcan con un título por el que todos te conocerán.

Hay que ser normales.

La normalidad me parece de las cosas más aburridas y sin sentido.

Mis piezas no encajan con los rompecabezas de los demás.

Mis piezas son diferentes, únicas.

Eso de ser la versión limitada de tu propio juguete tiene mucha más gracia que ser otra barbie del montón.

Ser original es más valioso que ser ordinario.
Uno nunca debe sentirse ordinario.
Nunca

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