(l)on(e)ly part.

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—Ah, Park Seonghwa.

El pelinegro dejó su copa en la barra y giró hacia donde lo llamaban, un hombre de traje le sonreía amistosamente, podía reconocer esa voz fácilmente, sin embargo hacía tiempo no se veían cara a cara.

—Mingi. Me alegra volver a verte.

Una pequeña sonrisa se mostró en el más bajo, no acostumbraba a ser muy expresivo, pero su felicidad era genuina en esos momentos.

—Ya no te había visto por acá y eso que es tu propio club.

El pelirrojo tomó asiento en el banco que se acababa de liberar al lado de Seonghwa.

—A veces es más divertido mirar las cosas desde afuera.

—¿Las cámaras de seguridad?

—No exactamente. Pero el lugar es grande y tengo un buen personal que cuida de él.— Su voz sonaba relajada a comparación de los meses antes de su retiro. Siempre irritado, molesto, con alguna bebida fuerte en la mano y claro, en la barra de su propio club.

—Sabes que no es lo mismo sin el rey del club. Ya casi han olvidado tu cara, cuando llegué nadie te estaba hablando.— Una pequeña risa salió del hombre, reacción que imitó Seonghwa.

—No veo el problema, no es como si fuera una celebridad.— A pesar de su visible mejora y del hecho de que actualmente no estaba siempre tenso y misterioso, su carácter seguía sintiéndose fuerte, había captado la reacción de intimidación que generaba sólo con ver a alguien a los ojos, sin embargo no le importaba.

—¿En serio?—Burló Mingi.— El dueño del club más grande en toda capital con planes de expanderse "overseas" y sobre todo, uno de los más atractivos no es celebridad.

Un suspiro salió de la boca del más joven mientras el contrario reía.

—Es como decir que yo no soy el CEO de Savanna.— Continuó el pelirrojo mientras se levantaba de su asiento.— No importa, me alegra verte disfrutando de nuevo. ¿Te veré luego?

—Eso creo.

Esa corta respuesta fue suficiente para que Mingi se fuera con una sonrisa en el rostro, probablemente buscando a alguien con quien pasar la noche.

Miró a su alrededor y aunque no tenía hileras de gente esperando hablar con él, aún atraía miradas de vez en cuando y había una que otra persona que trataba de hablarle, para su mala fortuna no pensaba entablar ninguna conversación o relación con alguien de ahí.

Sí, era su club y era verdad que era uno de élite, o al menos uno de los más caros, cualquiera que entrara ahí estaba al mismo nivel que él o incluso más alto pero no quería nada.

Él sólo estaba dándole un vistazo a su trabajo de años cuando algo llamó su vista.

Un joven, claramente alcoholizado al grado de que dudaba que fuera a recordar algo al día siguiente, se encontraba en medio de la pista.

Justo en medio, a merced de la mirada de Seonghwa.

No parecía combinar con el ambiente pero al resto no parecía importarle.

Se preguntaba qué era lo que hacía en un lugar como lo era su club, no sabía como alguien con una camisa que parecía de menos de 50 dólares con mal terciopelo negro había logrado entrar. Si él fuera el guardia de seguridad, con sólo haber visto la camisa lo hubiera corrido.

Fue más su sorpresa cuando ambos toparon miradas, ni siquiera logró ver su reacción porque había girado la cara tan rápido como notó el contacto. Sin embargo podía notar por el rabillo del ojo como hacia su camino hacia el.

king of the nightclub - seongsang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora