Capítulo 6 - La familia

439 33 3
                                    

Estoy en mi habitación pensando en mi familia. ¿Habrá alguna manera de comunicarme con ellos?

Decido ir a preguntarle a Ryda. Ella me dice que no tengo prohibido salir del edificio mientras le avise a ella o a otro superior y no tarde más de cinco horas. Puedo salir tres veces al mes, así que decido ir a visitar a mi familia.

Me sorprende ver lo mucho que ha crecido Fylla en el poco tiempo que estuve fuera. Casi tiene mi altura.

Worthy se alegra de verme. Me pregunta cómo esta yendo todo, pero doy respuestas muy generales. No debo dar detalles de mi trabajo; y mi familia debe entenderlo.

Cuando papá llega, nos sentamos a la mesa a almorzar todos juntos. Ayudo a colocar la vajilla, como en los viejos tiempos.

-¿Y... Cómo te va en el trabajo?- pregunta mamá.

-Bien... He conocido a mucha gente increíble- digo, sonriendo.

-¿Hay algún chico?- pregunta Worthy.

Maldito instinto que tienen las hermanas mayores. 

-No- digo, tratando de sonar lo mas segura posible- Es decir, sí, claro que hay chicos, pero todos son... muy mayores para mí.

-Yo sé que debe haber alguno de tu edad- sigue Worthy.

Y, como mi cerebro adora traicionarme, comienzo a reírme como una idiota, lo que hace que toda mi familia se ría aún más. Mis mejillas deben estar coloradas.

-¿Cómo se llama?- pregunta Fylla.

-¡No se llama nada porque no existe!-digo, pero luego comienzo a reir, y si alguien había dudado, ahora está seguro de que sí hay un chico.

-No te metas con mayores- dice mamá.

-¡Mamá!

-Yo preferiría que no conozcas a nadie- ríe papá- pero debes crecer.

Sonrío y pongo los ojos en blanco.

-No es nadie. Solamente un compañero.

Seguimos charlando animadamente durante todo el almuerzo. Tocamos temas absurdos como el nuevo diseño del paquete de mayonesa, contamos chistes y mamá nos recuerda viejas anécdotas de cuando éramos niñas,  como por ejemplo una vez que me escapé cuando tenía cuatro años y todos se preocuparon hasta que me encontraron haciendo pozos en la plaza.

Ya me estoy preparando para marcharme; sin embargo, Worthy insiste con mostrarme unas pinturas o algo así, pero creo que es sólo una excusa.

Cuando llegamos a la puerta de su cuarto, se detiene y me dice:

-Ahora que ellos no nos escuchan, ¿Cómo se llama el muchacho? Dímelo, de hermana menor a hermana mayor.

-Tú nunca me contabas nada- me quejo.

-Eso es porque yo soy la mayor. Pero Fylla siempre te cuenta todo, ¿Verdad?

-Tienes razón. Bueno, no somos nada, pero... se llama Mats Halberith, trabaja en la misma oficina que yo...

-Pues qué suerte que les haya tocado en la misma oficina- dijo guiñando un ojo.

-No tanta suerte. Él estaba solo y me pusieron ahí por las dudas de que sucediera algo... En el edificio... Ya sabes, no te puedo hablar mucho de mi trabajo, lo siento. Es confidencial...

Worthy puso cara de no estender nada.

-Nos pusieron juntos para no ocupar todas las oficinas vacías- concluyo, encontrando una manera mucho más fácil de explicarlo.

-Sí, sí, no me importa eso- dijo Worthy, aburrida- ¿Es lindo?

-Bueno...

-No me digas que es feo porque te asesino.

-No, no es feo. Tiene los ojos más bellos del universo...

-¿Color?

-Celeste, pero natural.

-¿Cabello?

-Castaño claro.

-Bah... Es un chico normal.

-Eso es porque no lo viste- la contradigo.

-¿Edad?

-Dieciocho.

-Algún día muéstramelo.

-Igual ya te dije que no pasa nada con él.

Mi hermana me da una sonrisa cómplice y yo se la devuelvo.

-Mantenme informada- me dice.

-Lo haré- respondo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 17, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

EspíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora