❤ Λʍღʀ ɑ ρʀɨʍєʀɑ νɨsтɑ ❤ | WOOGYU | ONESHOT |

NUEVA VIDA

POV WOOHYUN

Miré por el gran ventanal, el cielo estaba despejado, no dudé en correr hasta las escaleras y bajar apresurado, había escuchado por parte de mis amigos que siempre este día llenaban el cielo con fuegos artificiales, y le había comentado a él que quería verlos junto con él, él lo había prometido y me había comentado que trataría de no tener ningún trabajo para ese día.

Bajé con cuidado las escaleras, para no lastimarme como la ultima vez que él me perseguía para que fuera a dormir a mi habitación, negándome a dormir solo. Siempre me gustaba dormir a su lado, y sentir el calor de su cuerpo juntó al mío.

Sonreí, una vez que llegué a esas puertas de madera, dándole una apariencia acabada, di pequeños golpes en la puerta, para escuchar un leve pase, sonreí al entrarme y mirarlo con papeles en su mano, bufé para acercarme y tomar su mano, sus ojos se posaron en los míos para mirarme confundido por mi acción.

— ¡Hyung! Ven vamos, los fuegos artificiales pronto brillaran en el cielo ― dije emocionado, mientras lo tomaba de la mano y lo llevaba hasta la terraza de aquella gran mansión―

— Hyunnie, debo seguir trabajando ― susurró el mayor ―

— Lo sé, Hyung, pero hoy es un día muy especial ― dije con emoción ―

— No tiene nada de especial recibir otro año mas ―

Le miré bufar, fruncí el ceño para colgarme de su cuello y no dejarlo ir, bueno, podía moverse, pero Sunggyu siempre me hacia caso cuando no quería que se alejara de mí, aunque ser menor tenía sus desventajas.

Cuando el realmente estaba ocupado siempre se soltaba de mi agarre para irse a trabajar, pero luego me contentaba con tiernos besos por todo mi rostro que no me negaba, le mire sonreír y hacer que mis piernas se enredaran en su cintura, mi lugar favorito.

— Hyung lo has prometido, pasaríamos este día juntos, sin trabajo, solo tu y yo ¿te has olvidado? ― pregunte con mis ojos de cachorro―

Esos ojos que nunca se podía negar Sunggyu, le mire rodar los ojos y unir sus labios rosados con los míos, provocando que sonriera y volver atrapar mis labios. Me gustaba besarle, mostrarle a todo el mundo y esa tal Eunji que Sunggyu era completamente mío.

Moria por besarle en público, pero la gente lo miraba mal, claro un niño besando a un mayor de 29 años, podía ocasionar problemas a mi Hyung y lo que menos quería era que me alejaran de él.

No quería volver aquel lugar, que tanto había intentado escapar. Hasta ese día que lo miré sentado en una de las mesas de todos esos pervertidos que me miraban de una manera insana, mis ojos se enfocaron en esos pequeños ojos que me miraban con curiosidad y con función, la única persona que no me miraba de esa manera, tal vez eso fue el motivo de por qué bajé de ese escenario y corrí abrazarle, sintiendo la mirada de cada persona. El único lugar que me sentía protegido sin saber quien era.

Sintiendo como era jalado de nuevo por aquel hombre que nos golpeaba, deje de llorar cuando el mayor lo detuvo y le indicó a su acompañante que se encargara de algo, no dudé en aferrarme aquel cuello y sentir por primera vez un abrazo sincero, provocando que nunca me apartara de su lado.

Solté los labios del mayor cuando el aire se hizo presente, mirando aquellos pequeños ojos que tanto me gustaba apreciar, porque podía mirar la manera en como me miraba, como si fuera una joya que nunca quisiera romper.

— Nunca me he olvidado de nuestras promesas Hyunnie ― Acaricio mi mejilla, mostrándome aquella sonrisa que tanto amo verla en su rostro ―

Hice que me bajara de su abrazo y correr por una frazada que había ocultado, le mire reír y acomodarse en el pequeño mueble, tomo la frazada para envolverse y dejarme espacio en su regazo, no dude en subirme a sus piernas, mi espalda dando contra su pecho, sus manos envolviendo mi cintura, mi cabeza recargada en su hombro y esperara los fuegos artificiales.

— Hyunnie ¿ya sabes que vas a pedir? ― preguntó curioso, mientras besaba mi cuello ―

Lo pensé por unos instantes, en la escuela me habían dejado hacer una lista de mis 12 deseos, aun no llevaba ni el primero, Sunggyu me compraba todo lo que yo quería, pero había algo que nunca quería que se apartara de mí, mire a Sunggyu sonreírme para asentir.

— ¿Qué es? ― preguntó mientras besaba mi mejilla y miraba al cielo ―

— Que Hyung nunca me dejes de amar ―

Susurré con mis ojos brillantes y con un leve sonrojo en mis mejillas, sus ojos se encontraron con los míos para sonreírme y atrapar mis labios, cerré mis ojos para disfrutar aquel momento cuando de lejos escuché los fuegos artificiales, sentí a Sunggyu intentar separarse de mí, pero se lo impedí, lo único que me importa en ese momento era él.

La persona que había salvado mi vida de aquel infierno que una vez llame hogar, sintiendo miedo al principio, pero al final termine enamorándome de ese hombre que sabía que haría lo que sea para verme feliz.

Kim Sung Kyu, el dueño de varias grandes compañías, el millonario que todas las chicas deseaban casarse con él, pero solo una persona había capturado su corazón y ese era yo.

Nam Woo Hyun

Pero mi historia será en otro momento...