CAPÍTULO 1

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La voz de Jackson suena lejana, lo que sea que está diciendo no es de mi interés. Me preparo para dar la mejor de las excusas e irme lejos, pero un tirón de cabello me espabila con anticipación, y un mini alardido involutario escapa de mis labios.

Mi cerebro tarda unos segundos en procesar lo que está pasando.

—Así que tú eres la zorra que anda con mi novio, eh?—pronuncia una asquerosa voz chillona a mis espaldas.

—Suéltame y encarame—digo conteniendo mi impulso por golpearla.

—Mily, tranquilizate, no es lo que parece—Jackson interviene a mi favor, pero sus pedidos no sirven de nada. Esta tipa está maniática.

—No es lo que parece, pero andas con esta todo el tiempo.

La gente comienza a aglomerarse a nuestro alrededor. Y mi cuero cabelludo implora piedad.

—¡QUE ME SUELTES MALDITA LOCA!—exploto, estoy al borde de las histeria.

La tipa me suelta y me confronta, vaya, que alguien tan guapa muestre inseguridad por mí me halaga un poco, lo admito, puedo distinguir su cabellera marrón y rostro delgado de algún lado que no recuerdo, ni me importa recordar. Pero vaya que ser el estereotipo de chica que la gente consideraría perfecto no le quita lo vulgar.

—¿QUÉ CARAJOS PASA CONTIGO? —inquiero con rabia arreglando mi cabello y ella carcajea como si yo fuera su payaso.

—Todavía tienes los huevos para reclamar, ten un poco de vergüenza.

Es mi turno de reír.

—La que debería tener vergüenza acá es otra—digo estudiándola de arriba abajo con asco.

Su ceño está fruncido y sus ojos verdosos reflejan odio puro.

—Vamos amor, no hagas un escándalo—suplica mi mejor amigo tomándola del brazo, pero ella sigue plantada sin esquivar mi mirada.

Sonrío con sorna.

—Déjala—sugiero al chico con silueta anonadante quien con su mirada azulada suplica que me calle, algo que obviamemte no haré—, esto es entre tu puta y yo.

Los espectadores gritan al unísono un "uhhh" para aumentar la tensión del momento, y ella no duda en abalanzarse hacia mí, pero Jackson se lo impide.

—¡QUE ME SUELTES!—estalla, pero el castaño hace caso omiso a sus palabras y me hace un ademán para que me vaya—, le daré su merecido a esta hija de puta.

Sonrío por tercera vez y sin pensarlo dos veces estrello mi puño contra su rostro—contra su nariz, siendo específica—. Cae al suelo y noto que la sangre chorrea manchando su puti-blusa morada. Su nariz luce muy mal y no necesito ser una experta para notar que está desviada. Jackson se agacha para revisar su estado obvio.

Mis dedos duelen y mis nudillos están amoratados, no estoy acostumbrada a dar puños por ahí, pero es que esta tipa se lo ha buscado inculpándome.
La gente a mi alrededor grita, ríe o simplemente observa con expresión de asombro la escena.

—¡¿QUÉ PASÓ AQUÍ?!—la voz autoritaria del señor Washington resuena por toda la cancha, hasta que entra al círculo donde me encuentro —Srta. Glas, Sr. Morrison, a la dirección, y Srta. Bloson vaya a la enfermería, después hablo con usted—el director más que furioso lucía estresado, como si ya estuviera harto de lidiar con problemas que no son los suyos—¡Y ustedes vayan a sus respectivas clases! ¡ El recreo ha acabado!—.exclama para el resto de estudiantes.

Seguimos los pasos del director mientras veo irse a Mily rumbo a la enfermería, quien me da una última mirada de aversión y sigue su camino.

Ya en dirección dirijo mi mirada hacia el hombre responsable de todo el instituto, sus ojos siguen llenos de frustración, sus cejas canosas casi se unen y no para de moverse de un lado a otro, seguro pensando en el mejor correctivo que podría aplicar ante esta situación.

Mejor sola..!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora