Entry #12

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Baje del camión sin tomarme la molestia de sacar mi paraguas de nuevo, con las llaves en mano, corri a mi casa tratando de evitar mojarme lo menos posible, corrí como alma que lleva el diablo a la reja, llena de desesperación metí la llave en el candado de la reja y la empuje, cerré la reja detrás de mi y cerré el candado sin ningún problema, corrí a la puerta de mi casa que se encuentra debajo de una cornisa amplia donde me refugié de la lluvia, me detuve a elegir la llave que abría la puerta y después de mí, cerré la puerta detrás de mí, deje la mochila a un lado y me deslice por la puerta dando un largo suspiro de alivio.

Trate de recuperar el aliento, Miranda venía a paso rápido hizo la puerta con su bolso debajo del brazo, me levanté rápidamente del suelo y saqué mi paraguas de la mochila.

--¿te acompaño?

—¡Oh querida!, ¡estas empapada!

—No te preocupes por mi, se está cayendo el cielo, es mejor que te acompañe

Miranda lo pensó detenidamente por unos segundos.

—De acuerdo, pero prométeme que regresarás a casa en cuanto nos separemos y te ducharás

—okey

tomó su saco del perchero y salimos juntas de la casa.


Nos sentamos en el banco de la estación de autobús.

—¿como va la universidad?

—bastante bien diría yo

—me alegró por ti

hubo un silencio entre nosotras que lo ocupo la estruendosa caída de la lluvia.

—y,¿cómo esta su hijo?

Aunque nunca lo había dicho antes, la señora Miranda tenía un hijo, mis padres siempre decían que era encantador y se la pasaban hablando de él, ya que alguna vez vino a mi casa mientras no estaba, no siento envidia de él, mas bien curiosidad.

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—bien, esta trabajando en una tienda de veinticuatro horas con un horario flexible para comprarse su propia casa, de echó, estudia en la misma universidad que tu ahora

—oh, genial

La señora Thomas miró hacía el autobús que bajaba la velocidad hasta detenerse completamente en frente de nosotras.

—te acompaño a casa

—no es necesario, regresa a casa y dúchate, te vas a resfriar

—esta bien—suspire cansada

ella se subió al camión y se sentó en las primeras filas, el autobús arrancó de una manera ordenada y desapareció al doblar en una calle.

Miré la esquina de aquella calle, el agua que caía  era tan densa que solo era posible distinguir la silueta de lo que se encontraba bajo esta, la temperatura de las gotas que salpicaban sobre la acera hacían el ambiente más frió, mire los charcos que se creaban bajo los canalones de las casa cercanas, mi ropa se había empezado a secar por el ambiente. Amaba las tardes lluviosas, llenas de melancolía y tranquilidad, la continua caída del agua llegaba a relajar a tal grado de hacer sentir a la persona más sociable, seguro y reconfortado en la soledad. Me recargué en la banca y cerré los ojos mientras soltaba un suspiro de alivió, en mi mente destello los vídeos de Jay, Alex siendo martirizado por Slender, recordando que debía hablar con él, abandoné sin más preámbulos la cómoda posición que había optado, saqué mi paraguas con torpeza y crucé la calle corriendo sin siquiera mirar el coche que se aproximaba, este se detuvo en seco mientras tocaba el claxon.

Eres la única  que me comprende | Masky x tu (Marble Hornets)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora