Capítulo 2| Paseo

702 33 6
                                    

Él se acerca a mi peligrosamente. ¿Qué va a hacer?

Cualquier persona, incluyendome a mí, pensaría que me va a golpear, que me va a gritar o algo parecido. Sin embargo, lo que hace es totalmente diferente. Empieza a hacerme cosquillas. Me retuerzo entre sus brazos tratando de escapar entre risas.

-¡Para, para, para!- estoy a punto de llorar de la risa.

Él me hace caso y deja de matarme a cosquillas. Me sonríe y se queda ahí parado. Cuando dejo de reír, lo miro amenazadoramente.

-O te vas de mi casa o te convierto en un sapo.

Ahora es su turno de reír. Y que bonito se ríe. Espera, ¿qué acabo de pensar?

-Todos sabemos que las brujas no transforman cosas en otras, suelen ser las curanderas aunque pueden hacer más cosas.- me explica como si lo hubiera estado estudiando.

Me quedo callada porque no sé qué decir y recorro con mi mirada su rostro. Es muy atractivo, uno de los chicos más atractivos que yo haya visto alguna vez. Eso si no contamos a Tom Holland, Aaron Piper o Chris Hemsworth.

-Tienes las mejillas muy rojas, bonita.- estaba tan perdida en mis pensamientos que no me he dado cuenta de que Alexander estaba tocando mis mofletes como si fuera una anciana.

-No me llames así.- me aparto de él y me sonrojo más.

Estúpida timidez.

-No me quieres decir tu nombre así que tendré que llamarte bonita todo el rato.- sonríe inocente.

-Me llamo Zoe.

Su sonrisa se ensancha al ver que ha conseguido lo que quería y yo decido que lo voy a echar de mi casa ya mismo.

Me doy la vuelta y en un segundo tengo una vieja escoba que había tirada en la terraza en mis manos. Comienzo a golpearlo con la escoba en las piernas pero en vez de irse consigo algo inesperado por segunda vez hoy.

Se transforma en lobo. Su ropa se desgarra haciéndose trizas y él cae al suelo siendo un bonito lobo marrón con algunas manchas blancas. Dejo de dar golpes y retrocedo hasta chocar con la barra de la cocina.

El lobo de Alexander salta juguetón y muerde mi escoba para que juegue con él. Intento quitarle mi escoba cuando me doy cuenta de que le estoy siguiendo el rollo.

Ignoro mis reproches internos de que esto es una locura y me rio a carcajadas cuando Alexander consigue quitarme la escoba.

Abre su boca, la coge por el mango y la deja de nuevo en la terraza. Cuando llega hasta mí, se tumba en mis pues impidiendome que me mueva y cierra los ojos.

-¡Oye no! No te duermas ahí, lobo malo.

-Mueveme si no quieres que duerma aquí.- me habla en la mente y sé que es el descarado de su lobo.

Extiendo mis brazos hacia él y lo cargo en peso. Éste se aprovecha de la cercanía con mi cara y me lame la mejilla. Hago una mueca y me aparto un poco.

-Madre mía como pesas, pareces haberte comido a veinte personas.

Camino hasta la puerta que da a la calle y lo dejo en el suelo con cuidado. Rápidamente entro de nuevo y cierro la puerta dejándolo fuera. Oigo como gruñe pero lo ignoro y me siento a ver la tele.

***

Llevo varios días sin salir a la calle y sin ver a Alexander. Lo he oído varias veces andando por aquí cerca en su forma de lobo pero he tratado de evitarlo.

Salgo a la calle para darme un paseo porque no aguanto más encerrada. Compruebo que Alexander y su lobo se han ido de aquí y camino con tranquilidad por la pequeña villa llamada Cooperstown.

Como el peligro andante que me considero, acabo chocándome con una chica morena y más alta que yo. Va acompañada de otra chica, castaña.

-¡Lo siento!- se disculpa la morena. No sé que decir, como siempre con los desconocidos, así que permanezco en silencio.

-Hola, soy Sarah y esta torpeza de aquí es mi mejor amiga, Emma.- habla la castaña.

-Yo soy Zoe.- susurro.

-Estamos buscando un supermercado, ¿hay alguno cerca?- me pregunta Emma.

-Sí, hay uno dos calles más para allá. La verdad es que llevo viviendo aquí dos semanas pero ya me conozco la villa.

-Este lugar es muy pequeño- añade Sarah-. Adiós y gracias.

Las despido con la mano y sigo caminando con una calma inquietante. Llevo tanto tiempo sin estar así que se siente extraño, muy extraño. Me he planteado incluso la posibilidad de que aquellas dos chicas fueran mis amigas.

Sin querer acabo pensando en Alexander, sus ojos, su nariz, sus mejillas, su boca...

No vayas ahí, Zoe, para de pensar en él.

Trato de bloquear mis pensamientos sobre aquel chico lobo pero me es imposible. De una manera o de otra acaba siempre dando vueltas en mi cabeza como una peonza.

Al llegar a un parque, busco un banco y me siento allí. Sigo perdida en mis pensamientos hasta que alguien viene a hablarme. Y no es ni más ni menos que el primer lobo que vi. El chico moreno y aterrador del bosque.

-Bruja.- pronuncia lentamente y sonríe. Trago saliva al ver que no va con Alexander y que no sé que
es capaz de hacerme.

Muy pronto lo averiguaremos.

***

Buenas, gente. Os dejo un nuevo capítulo.

¿Será bueno o malo el lobo con el que se ha encontrado Zoe? Los que habéis leído Logan el Alpha ya lo sabréis jejeje.

Goodbye💕

El Secreto Inquebrantable ©  [BLACK #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora