Capitulo 15

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-Un café con leche y hielo- Le pedí a Rhys.

Me encontraba en la barra rodeada de un cuaderno y hojas con fórmulas matemáticas. Estaba intentando hacer los deberes, esperaba mi tercer café mientras daba toquecitos nerviosos con el bolígrafo a mi cuaderno.

-¿Tres cafés en dos horas no es demasiado?- Me preguntó.

-Tengo que hacerle honor a mi placa- Le dije refiriendome a la pequeña placa que había colgada detrás del mostrador de la cafetería, donde se leía 'Ellie Collins ganadora al mayor consumo de café con leche y hielo' (2019)

-Lo pusó Santiago después de perder una apuesta- Informó April que pasaba por ahí para luego dirigirse y dejar el pedido en una mesa.

Santiago era el dueño del local.

-¿Qué apuesta?- Preguntó Rhys interesado.

-Ver quien comía más alitas picantes-

-¿Y tú ganaste?- Preguntó sosprendido, eso me ofendió bastante.

-Obviamente-

-No me lo creo- Dijo soltando una risita, mientras dejaba el café frente a mi.

-Pues cuando quieras estoy preparada para apostar- Le dije entornando los ojos.

No llegó a contestar porque unos clientes entraron por la puerta y tuvo que atenderles. Yo seguí intentando resolver los ejercicios, pero mi cerebro decidió no funcionar. Solo veía números, signos y letras sin sentido.

Arranqué un hoja por segunda vez intentando meterla en la pequeña basura al otro lado del mostrador, no me dí cuenta que Rhys pasaba por ahí hasta que el papel chocó contra él.

-¿Qué pasa?- Preguntó Rhys después de tirar el papel a la basura.

-Odio las matemáticas-

-¿Necesitas ayuda?-

-¿Sabes matemáticas?- Pregunté en broma.

-Para tú información, cuando no estoy siendo el mejor camarero de la ciudad- Hizo bastante enfasís en esa frase en cuanto April pasó por ahí, esta solo le lanzó una mala mirada- Doy clases particulares a niños de primaria, entre ellas matemáticas-

-¿Por qué lo único que sabes es sumar y restar?- Me burlé.

-Estoy apunto de prohibirte la entrada- Amenazó.

Solté una pequeña risa. Para luego enseñarle el ejercicio que debía resolver.

Y no pude evitar volver reirme al ver la cara de confusión de Rhys.

. . .

Casi dos horas después conseguí resolver el primer ejercicio.

Rhys intentó ayudarme al principio, con algunas interrupciones, ya que tenía que atender algunos clientes. Estoy segura que en algunas de esas interrupciones intentó buscar la respuesta por internet o que le preguntó a una pareja de ancianos si ellos sabían algo sobre trigonometría.

Un rato después apareció Santiago para ver como iban las cosas, y decidió intentar ayudarme. Asi que estuvimos, Santiago, Rhys (cuando no estaba atendiendo a clientes) y yo intentando resolver un ejercicio.

Hasta que por fin April se dignó a ayudarme, y empezó a explicarnos a los tres.

Media hora después terminé los poco ejercicios que quedaban. Y sin darme cuenta había estado casi toda la tarde en la cafetería, me había reído mucho con el intento de Santiago y Rhys en ayudarme y me vino muy bien distraerme, ya que no tuve que pensar sobre lo que pasó el viernes.

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