MI VIDA FUE PARA AMARTE

I Mi llegada al santuario

Mi nombre es Calixta, nací en la Isla de Milo, en Grecia, mi madre Aella murió en el parto, por lo que fui criada por mi padre Obelius solamente. Él trabajaba en el puerto durante los primeros años me llevó con él, luego al comenzar la escuela quedaba en casa sola, el tiempo restante a su llegada. En los tiempos libres me enseñó defensa personal para que tuviera herramientas suficientes si algo inesperado sucediera,

Cuando cumplí los quince años, él enfermó gravemente, ya abandoné los estudios para cuidar de él. En los momentos que no sentía dolor me contaba historias del puerto, de mamá, o de mí. Hubo una ocasión en la que me contó que ene el Puerto de Atenas conoció a unos jóvenes que retiraban mercadería de allí, que llevaban al Santuario. Ellos en una oportunidad se habían puesto a charlar con mi papá y relataron que se entrenaban para ser Caballeros, en el caso de ellos eran de un rango alto, dorados. A lo que mi viejo los cargaba diciéndoles "mucho rango algo pero te mandan a cargar las bolsas del puerto ". Los muchachos se reían y le daban la razón, y le explicaban que en parte de retribución y agradecimiento (y aburrimiento a veces). En fin, en varios relatos mencionaba dichos caballeros.

Luego de varios meses mi gran Obelius falleció, razón por la cual agarré mis cosas, recuerdos que quise conservar y me fui hacia. Ademas para tomarme un barco e irme a Athenas. No quería saber nada con estar sola en una casa llena de recuerdos sin familia ni amigos con los cuales compartir. Ni Eso, ya que era solitaria en la escuela, apenas hablaba con algún compañero. Pasadas las horas llegué a caminar sin rumbo alguno, casi sin darme cuenta caí en un pueblito. Saqué mi guía para tratar de ubicar el lugar, aunque no sabía bien hacia dónde fue... Como supuse, me desoriente y no tenía ni puta idea en donde estaba. Seguí caminando, buscando un almacén para tomar agua, siendo principios de agosto quemaba el calor el calor aún. En eso veo una chica enmascarada, lo cual me pareció raro ("hay carnaval o alguna festividad que no recuerde"), pensé.

_ Te veo perdida, ¿Necesitas ayuda?_ Me preguntó ella acercándose a mí.

Sorprendida de respondo _ Eh... Sí... Vine desde el puerto sin siquiera fijarme el camino y llegué a aquí.

_ Ah, bueno, te cuento, el pueblo se llama Rodorio, esta cerca del puerto pero es un camino largo de montañas y playas, ¿Viniste sola? ¡Ay perdón! No me presenté, mi nombre es Ceneida_

_ Calixta es nombre, y sí... Estoy sola, acá, en mi vida... Me refiero a que quedé huérfana recientemente..._

_ Lamento mucho eso _ Suspira _ No te preocupes, en la comunidad donde vivo también lo somos, algunos tienen un hermano al menos. No es mi caso _

_ ¿En cuál comunidad? ¿No vivís acá?_

_ ¿Ves allá? Donde se ve la figura de Athena..._

_ Sí..._

_ Es el Santuario, ahí me estoy formando yo como caballero, bah... Donde me convertí en un Caballero de Athena..._

Eso me hizo mirarla con más interés, gracias a las historias contadas por mi papá, corroborando la veracidad de ellas. _ Es curioso, porque mi padre me habló de ese lugar, y de algunos caballeros... No sé... No veo que sea una parte de Grecia muy visitada, ni popular...._

La seguí... No sé bien por qué, realmente estaba yendo a un lugar a ciegas. Pero confié por todo lo que me contaba Obelius.

Al ingresar al Santuario me llamó la atención las vestimentas, lo callado que era todo... Era raro.

_ Necesito ver al Patriarca _ le dice Ceneida a alguien de allí.

_ Voy a consultarlo, por qué asunto es _

_ Dígale que soy Ceneida de Columba, y que debo hablarle en persona_

_ No sé si te reciba sólo por ser vos... Veré si puede..._