- ¿lo conoces? - esa voz tan dulce, esa carita débil, fácilmente hace que se haga aún más difícil explicarle la verdad.
- no exactamente, solo conozco su origen y unas pocas cosas más sobre él.
- entonces, ¿porque no te gusta?
Como explicarle a una...
Mi padre y yo bajábamos del bus con las mochilas, ya estábamos en Madrid.
Empezamos a caminar y yo no paraba de buscar con la mirada a mis dos hermosas niñas.
Camil: ¿donde están Mariana y Lucy?
Papá: tenemos que ir a casa de Mariana, no puede venir con Lucy solo para recogernos.
Camil: ya... - lo dije con un tono un poco triste. - hubiera querido que viniesen.
???: ¡GORDA!
Entonces siento como unas manos presionan ambos lados de mi cintura ocasionando que soltara mi mochila de un brinco.
Camil: ¡AY!
Rápidamente di un giro y la vi soltando ruidosas carcajadas por mi reacción.
Camil: ¡Mariana! ¿Quieres matarme?
Lucy: CAMIL - sus pequeños bracitos rodearon mi cintura apretándola un poco.
Camil: UUY, a ti quería verte preciosidaaaaad - me pongo a su altura y reparto montones de besos por toda su carita.
Mariana: ¿y a mí no?
Camil: CLARO QUE NO
Mariana: mátenme por favor... Mademoiselle Camil no me saludará - dijo moviendo sus manos como si estuviera en una obra de teatro.
Camil: ven aquí, tonta - me acerco a ella y gozo de un cálido abrazo suyo.
Como extrañaba esto.
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Mariana: oye... me asfixiaré.
Camil: me da igual enana.
Papá: saben... yo me iré.
Mariana y yo nos separamos y miramos a papá.
Camil/Mariana: hey, no nos hemos olvidado de ti - lo acercamos a nosotras y formamos un abrazo grupal.
Al separarnos, cogí mi mochila para que empezáramos a caminar hacia el metro. Papá charlaba con Mariana, mientras la criaturita más hermosa y yo estábamos cogidas de la mano.
Camil: te extrañé muchísimo tesoro.
Lucy: igual yo... Camil, ¿en casa podremos jugar con mis juguetes como siempre?
Camil: por supuesto, nunca rechazaría esa oferta.
De pronto la imagen de ese conejo me vino a la mente.
Camil: am, Lucy...
Lucy: ¿sip?
Decidí que lo mejor sería mantener la calma y no alarmarse. Sólo se trataba de un conejo de peluche, y a mi parecer, había un 99,9% de que esto sea sólo una coincidencia.
