GARAJE EN ÁVILA - IRENÉS

uno

Se lo dedico a mi grupillo, sois arte. Y a mi madre por aguantarme, te quiero mama.

Sin más dilataciones, enjoy!

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POV INÉS

"FIN DE LA INVESTIDURA Pedro Sánchez PROCLAMADO PRESIDENTE" ese mensaje no dejaba de llegarme al teléfono gesto que no me hacía especial gracia sabiendo que el sanchismo había triunfado de la mano de los comunistas y golpistas y era el fin de la democracia española. Solo sentía pena y dolor.

En verdad con todo lo que había pasado relacionado a mi partido no me veía con capacidad de gobernar encima se había ido mi mejor amigo en el partido Albert Rivera y se llevó con él a Lucas y su olor a leche pero al menos me quedaba Suiti. Era el momento de comparecer ante la prensa sabiendo que nos preguntarían sobre nuestro fracaso electoral pero no iba a caer en las preguntas de esas maquinas sensacionalistas contrarias a Eduardo Inda. Lo único que tenía en mente era la cena de esta noche. 

Al llegar a casa pude oír mientras introducía la llave en la cerradura las garras de Suiti arañando suavemente el parqué de aquella casa que nos compramos hace unos días cuando llegaron a Madrid. Me quite mis duros tacones y dejé a Suiti oliéndolos a queso chedar. Me dirigí al único momento de placer en día de diario, mi intimidad y una buena ducha para probar mi nuevo juguetito. Salí vigorizada y me sentí más sexi que nunca me dispuse a buscar el outfit perfecto para la ocasión de esta noche. Conjunto lencero nuevo naranja mandarina con tacones, bolso, pendientes y sombra de ojos a juego y pantalones negro liso de vestir y americana a cuadros negros y blancos. Me hice un colacao antes de salir de casa para coger fuerzas contra los indepes. Abajo ya me esperaba Xavy en el coche que había llegado de trabajar para dirigirnos al lugar de la cena marcándolo en el navegador el restaurante La Oposición. 

Al llegar pudimos comprobar que éramos de los primeros junto con Rufian, Casado y Monasterio por lo que fuimos a la barra a tomar algo. Aunque de cara a la gente parezca que nos llevamos mal no tiene nada que ver las relaciones profesionales y las personales yo por ejemplo me líe con Casado un par de veces. A excepción de Podemos porque al entrar a la vez al congreso se creó un odio y unas disputas incontrolables. Mientras me tomaba mi copa de Jerez Dulce vi entrar a lo lejos a algunos de ese partido odiado por el mío como Irene, Ione y Noelia como se notaba que eran perroflautas. Me sorprendió que Irene no viniese con Pablo ya que vivían juntos al ser pareja pero esos pensamientos se me fueron rápido en cuánto vi lo elegante que venía la podemita comparado con como vestía normalmente. Venía con un traje de chaqueta y pantalón gris oscuro y coleta con un maquillaje que resaltaba sus ojos azabache y perfilaba sus carnosos labios. Rápidamente se me fue esa idea al recordar que se trataba probablemente de la persona que peor me caía del hemiciclo, después de Pedro Sánchez.

Al finalmente sentarnos en la mesa me quedé observando donde estaba su sitio y por desgracia aunque estábamos en mesas separadas podíamos vernos de frente. Aunque no le di mayor importancia sentí como al igual que yo ella no podía dejar de mirarme. Pasado el postre y ya con mi ratafía en la mano Sánchez se dispuso a dar un discurso el cual hizo que me emocionara soltando una lágrima rebelde que intente con rapidez aunque cierta podemita lo presenció. Muerta de vergüenza y notando el llanto aflorar me fui al baño sintiendo que alguien seguía mis pisadas. Al entrar y verme sola empecé a dejar correr mis sentimientos preguntándome que me pasaba y como Pedro Sánchez había llegado a lo más profundo de mi corazón. Escuché la puerta del baño abrirse por lo que me encerré en un cubículo.

-¡Inés! ¿Estás ahí? - de pronto escuché la voz de Irene Montero llamando a la puerta.

No contesté por lo que insistió en repetidas ocasiones hasta que harta abrí de un portazo y comencé a gritarle.

-¿Qué haces aquí? - dije furiosa. 

-Te he visto llorar en el discurso de Sánchez y quería saber si estabas bien. - dijo la madrileña tranquilamente.

-¿Pues no ves que sí? - dije con ironía para no mostrarme vulnerable.

-Encima que me preocupo, - empezó a elevar el tono- ¿todos los de derechas sois así de orgullosos?

-¡Nadie te ha pedido que me cuides! Estoy harta de gente como tú. - dije levantándole la mano, dispuesta a darle un bofetón.

Irene fue más rápida que yo agarrándome de la muñeca atrayendo su cuerpo al mío sintiendo un impulso eléctrico al sentir su mirada tan cerca. Zarandee mi brazo para soltarme de su agarre.

-Eres una gilipollas - dijo dirigiéndose a la salida del baño. 

No iba a permitir que esa comunista  tuviera la última palabra. No era un secreto para nadie mis múltiples peleas en este último año y ella no iba a ser menos.

Continuará...