Sotus: Hiraeth

1. La Polilla y la Llama

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Kong acababa de publicar su artículo en una revista de renombre, por lo que estaba aquí en Los Ángeles, celebrando con sus amigos tomando una copa. Después de unos tragos, sus amigos se fueron, pero Kong se quedó porque algo le había llamado la atención: Arthit Rojanapat, el famoso  modelo que recientemente que se aventuró a actuar. El hombre que era igualmente famoso por sus escapadas nocturnas.

Kong mantuvo sus ojos fijos en la espalda del hombre que estaba bebiendo hasta la muerte. Como si Arthit de alguna manera conociera la inquebrantable mirada de Kong sobre su persona, se volvió y Kong le guiñó un ojo a Arthit.

Lo siguiente que recordó Kong fue tumbarse en la cama con Arthit profundamente dormido después de que Kong se negó ir más allá de un beso ya que Arthit estaba borracho como un tronco.

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Kongpob se sentó en la esquina de 'La Desiré', un bar que frecuentaban las élites de la ciudad. Se sentó en una esquina igual que todos los días desde el último mes. No, él no estaba aquí para disfrutar de la vida nocturna salvaje o la compañía de una pareja al azar por una noche. Estaba aquí por Arthit Rojanapat.

Kong estaba observando como dicho hombre bebía tragos después de tragos antes de caminar hacia la pista de baile en medio de hordas de almas lujuriosas que desean obtener un pedazo de él. No. Arthit Rojanapat no es inocente, conoce los efectos que tiene en las personas. Kong lo había observado este mes. Vio cómo Arthit teje la telaraña de la seducción con esos ojos inocentes y ardientes, conociendo la sonrisa y las personas presumidas.

Kong ahora sabía por qué la gente se siente atraída por él a pesar de saber que es solo por una noche. Debido a que Arthit era el infierno y el cielo, el pecado y la tranquilidad, el ángel y el demonio se mezclaron en un solo paquete.

Kong vio a Arthit tropezar hacia la salida con una chica sobre él moviendo su cuerpo sin vergüenza. Kong se sintió disgustado por el escenario obsceno. Arthit apenas tuvo tiempo para que Kong interviniera.

Kong caminó hacia la dama y atrajo a Arthit hacia él agarrando su bíceps. "Lo siento señorita, mi amigo aquí tomó demasiados tragos. No está en condiciones de mantenerse erguido y mucho menos hacer cualquier otra actividad rigurosa que haya planeado más tarde. Espero que entienda" La chica se alejó disparando una mirada de muerte a Kong.

"Corta el rollo"

Arthit se rió entre dientes apoyándose en él. Kong ignoró el comentario de Arthit y rodeó al hombre con el brazo para llevarlo hacia su auto.

Como todas las noches, Kong traía a Arthit a su propio departamento y lo acostaba. Algunos días Arthit dormía sin decir una palabra, otros días eran un infierno para Kong. Hoy fue uno de los otros días.

Cuando Kong se acomodó en la cama para dormir la noche en que Arthit se deslizó más cerca, lo suficientemente cerca como para abrazarlo. Lo suficientemente cerca como para trazar un dedo desde justo por encima de su rodilla hasta la longitud de su muslo vestido, la mano de Arthit vagó hacia el estómago de Kong y siguió arrastrándose hacia su pecho. Kong sintió que su piel temblaba por el toque, pero mantuvo los ojos cerrados y el cuerpo rígido, sin responder a la evidente seducción.

Tan pronto como la mano de Arthit se deslizó hacia su pecho dibujando un círculo tan inocente alrededor de su pezón, Kong se sacudió "¿Qué demonios? Mantén tus manos para ti"

Arthit resopló "¿Qué? ¿Quieres decir que me traes aquí todas las noches por buena voluntad de tu corazón?" Arthit puso un énfasis especial en cada uno.

Kong no podía afirmar que no tenía otras intenciones, pero no con el hombre borracho. Tiene planes con Arthit sobrio, que nunca había visto todavía.

Kong suspiró "Solo duerme". Diciendo eso, se acostó en la cama. Estaba cansado de esto, solo quería dormir, pero Arthit no tenía intenciones de dejarlo dormir tranquilo.

En el momento en que Kong se acostó en la cama, Arthit se sentó a horcajadas sobre él. "Ha sido un maldito mes desde que tuve alguna acción, Ai Semilla. No deberías haberte metido y arruinar mis posibilidades con ella si no estás listo tomar su lugar. "

"Estás borracho. Duerme ahora". Kong trató de razonar.

"Estoy lo suficientemente sobrio para follarte a través de este colchón si lo deseo", replicó Arthit.

Kong estaba acostumbrado a este lado de Arthit sexualmente frustrado. Cerró los ojos ignorando al hombre que lo montaba a horcajadas. Kong se sorprendió por el repentino ataque de los labios de Arthit sobre los suyos. Arthit siguió besándolo agresivamente, le mordió sin piedad los labios hasta que Kong cedió y le concedió a su lengua la entrada a las calientes cavernas de su boca. Arthit abarcó cada rincón y grieta, familiarizándose con este territorio desconocido hasta que estuvo satisfecho o, más bien, sintió la necesidad de respirar oxígeno a sus pulmones ardientes.

Tan pronto como Arthit respiró lo suficiente para sostenerse, se deslizó un poco sentado directamente sobre la pelvis del hombre más joven debajo de él. Él sonrió con satisfacción al ver el estado de aturdimiento en el que puso al hombre más joven, el deseo brillando en los ojos, el placer nublando su mente, la respiración corriendo millas por minuto Kong era la imagen perfecta de lujuria.

Arthit rasgó la camisa de noche sin preocuparse por los botones que volaban en todas las direcciones y cayó sobre su garganta. Trazó su labio en la columna de la garganta del más joven antes de chupar un poco la manzana de Adam que seguía moviéndose arriba y abajo debido a que Kong tragaba su propia saliva.

Arthit descendió más hasta la clavícula mordiéndola, mordió y chupó hasta que estuvo seguro de que dejaría una marca. Moviéndose hacia abajo, pasó las manos sobre los abdominales cincelados admirando la escultura debajo de él. Arthit giró un poco los labios y sonrió con satisfacción al sentir que el joven arqueaba la espalda, aunque muy poco. Movió sus caderas un poco más, lo suficiente como para crear la fricción necesaria y se inclinó para capturar la protuberancia endurecida. Tan pronto como Arthit le dio una lamida de gatito, como un anticipo de la noche que venía. Kong volvió a sus sentidos.

En cuestión de segundos, Kong había cambiado su posición, ahora Arthit yacía debajo del hombre más joven que lo fulminó con la mirada, frustrado en parte por la excitación y mitad por caer presa de la seducción viciosa.

Arthit trazó su pulgar sobre el labio inferior de Kong, atrapando la pequeña gota de sangre que emanaba del corte en su pulgar y la chupó mientras miraba profundamente a los ojos del otro.

"Vamos a joder doctor, sácame de tu sistema. Fuera de la vista, fuera de mi mente".

"No estoy interesado en los registros muertos de un bebedor. El consentimiento borracho no es un consentimiento", replicó Kong desviando la mirada.

Arthit lo volteó para sentarse sobre su estómago una vez más, se inclinó para susurrar al oído

"Entonces tómalo como una advertencia médica. Mantente lejos si no quieres que este tronco muerto te folle al olvido. Si te atreves a arruinar mi noche una vez más, prometo que no nos detendremos como hoy"

¡¡¡Kong debería haber escuchado esta advertencia, ¡pero es una polilla si teme enterrarse en las llamas!

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