¡ tic tac !

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«¿quién es moonbin?», había escuchado eunwoo desde su puesto en la tienda. eunwoo instantáneamente miró a la mujer mayor con una sonrisa delirante.

...

si esta pregunta se le hubiese sido presentada hace 4 años, la respuesta sería completamente diferente. no tendría parecido ni de lejos con lo que sentía por él ahora.

moonbin, un chico que era alto, esbelto, bastante guapo y atractivo, quien solía presentarse como alguien fuerte y objetivo y les enseñaba a pocos su lado dulce y soñador.

cuando eunwoo conoció a moonbin, había empezado a trabajar en la relojería de su padre por al menos una semana, quien le había enseñado todo el arte que podía tener un simple reloj.

moonbin había ido a la relojería con el encargo de arreglar el viejo reloj de la casa de su abuela. la señora mayor le había pedido que lo arreglase a escondidas de su madre, ya que esta quería tirarlo.

—buenas tardes, bienvenido a brillianx, ¿en qué puedo ayudarle?—dijo eunwoo con una sonrisa, esperando que el jóven le diese conversación, lo cual no encontró.

—necesito reparar este reloj viejo—fueron las únicas palabras que moonbin pronunció. ni él sabe el porqué, pero se había puesto nervioso y tímido delante del chico.

—uhm sí, claro. veré lo que puedo hacer. serían 70€—el castaño entregó el dinero tímidamente.—puedes esperar sentado mientras que yo lo arreglo, aunque también puedes irte si quieres. tardaré aproximadamente dos horas.

aunque moonbin quería irse porque había hecho el ridículo enfrente del chico, hubo algo que no le permitía levantarse de la silla que acababa de ocupar.

—perdón por el atrevimiento pero, ¿cuántos años tienes?—preguntó eunwoo, para hacer más ameno el estadío del muchacho.

—veintidós años...—dijo casi en susurro, pero al estar la tienda casi vacía, se le hizo fácil de escuchar.

—¿en serio? yo pensaba que eras mayor—respondió eunwoo con una sonrisa.—yo tengo veintitrés recién cumplidos.

el silencio volvió a reinar en la tienda, donde lo único que se podían escuchar eran los juegos de pequeños engranajes y ruedecitas que manejaba el hijo del relojero.

—no eres de hablar mucho, ¿cierto?—preguntó eunwoo de nuevo.

—l-lo siento, es que me estás poniendo nervioso.

eunwoo soltó una carcajada sorprendido por lo que había dicho moonbin. realmente no tenía ni idea de qué estaba haciendo para ponerle de tal manera.

—¿y qué he hecho para que te pongas tan nervioso?—volvió a interrogarle.

—n-no lo sé, es que eres muy guapo.

vaya, eso eunwoo no se lo esperaba. al escuchar esas palabras, el mayor sintió cómo la temperatura de su cara empezaba a elevarse.

—t-tú también eres muy guapo...

ambos como adolescentes hormonales, con las caras sonrojadas y la vista enfocada en el suelo o en cualquier otra cosa que parecía más interesante que la persona que se encontraba enfrente.

así transcurrieron treinta minutos, en completo silencio, hasta que eunwoo decidió poner música de su playlist.

moonbin empezaba a marcar los tiempos con su pie y a susurrar la letra, mientras que veía de reojo como eunwoo se movía mientras que arreglaba el reloj.

clockmaker # binwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora