Serial killer

ONE SHOT.

10 meses después de que el oficial Park había fallecido, Jimin ya tenía un trabajo en una estación de policía sin haber terminado la universidad, todos ahí se habían convertido en su familia, pero claro, en los casos trabajaba solo.

-Ya es hora - dijo Jimin tomando sus pertenencias para irse a casa – me voy.
-Cuídate Park – le respondió el Oficial Lee, a cargo del lugar donde Jimin trabaja – ¡ya daté por vencido! – replicó refiriéndose al caso de su hermano.

-Si, si – dijo con sarcasmo para después irse.

Jimin tenía un odio a si mismo porque sabía que el aniversario de la muerte de su hermano estaba cerca y aun no atrapaba al idiota que se lo había quitado. En su cuarto encontrabas un tablero lleno de pedazos de periódicos con noticias de asesinatos, fotos de personas que pensaba que eran sospechosos y sin embargo aún no daba con el responsable, pasaba incontables noches sin poder dormir por tratar de encontrar más pistas que lo guiaran.

.....

Yoongi para entonces se había convertido en un asesino serial, buscado hasta por Corea del Norte, este hombre había cometido ya 57 asesinatos en 10 meses, cada una de sus víctimas era ahorcado brutalmente con hilo dental, algo que los policías no entendían y hasta les daba algún tipo de gracia. Min no se preocupaba por que lo buscaran, era muy quisquilloso y los oficiales nunca encontraban ni una sola huella de que había sido él, era rápido y exacto, no tardaba mucho en hacer su trabajo.

Algo que Yoongi no podía sacar de su cabeza desde su primer asesinato, era ese chico que salió de la casa del Oficial.

-Park Jimin, que intriga me das – decía Yoongi mientras miraba la foto que le habían tomado uno de los que había mandado a seguirlo para saber más del chico - ¿Hermano de mi primera víctima?, Ja, no lo creo.
-Así es señor Min, este chico ya tiene trabajo y su lugar en una oficina de policía sin haber terminado la universidad, trabaja solo en los casos que le dan y se sabe que se acaba de dar por vencido en encontrar al culpable del asesinato de su hermano. – le informó el asistente.
-Puedes irte – dijo Yoongi al asistente

Durante un mes entero fue Yoongi el que estuvo siguiendo al rubio para saber qué cosas hacía, era claro que no era una de sus víctimas, pero le encantaba ver como ese chico se divertía mucho. Yoongi podía ser un asesino, pero había encontrado sentimientos hacia el rubio de aquella vez.

Un día se le ocurrió comprar una casa o rentar un departamento cerca de la casa de Jimin solo para acercarse a él, no iba a ser tan difícil ya que el chico se había ido a vivir a casa de su hermano difunto y después de lo que él había ocasionado, unas cuantas casas se habían desalojado. Y cuando por fin logró encontrar una casa al lado de la de Jimin se resignó y fue a tocar la puerta del rubio.

Era de mañana, Jimin aún se encontraba durmiendo, sus alarmas habían sonado varias veces, pero este las recorría. De pronto escuchó que tocaron su puerta varia veces, así que tuvo que levantarse para ver quién era, le importaba poco llegar "tarde" a su trabajo.

El rubio abrió la puerta para encontrarse con una persona alta, piel blanca y unas facciones perfectas. Era difícil que Jimin encontrara a alguien que captara su atención en un instante, pero este hombre había sobre pasado sus expectativas, no iba a dejarlo ir tan fácil.

-Perdone que lo despertara – dijo Yoongi al darse cuenta que lo había despertado, el rubio estaba con el pelo aun desacomodado y con ropa de dormir
-Oh no se preocupe, ¿necesitaba algo?
-Me llamo Min Yoongi, me acabo de mudar y... - Yoongi nos había que excusa dar, se le había olvidado por completo inventar algo – y solo quería pasar a saludar a los vecinos de por acá.
-Me llamo Park Jimin, un gusto – extendió su mano para saludarlo amablemente
-Claro ya sabía tu nombre – susurró Yoongi mientras le daba el saludo al contrario
-Disculpe?
-Oh, no nada
-Amm... ¿quiere pasar?, ¡le ofrezco una bebida! – amablemente Jimin abrió mas la puerta para que Yoongi pasara
-Oh claro, gracias.