d e l p h i n u s

833 119 8
                                    

Yoongi no solía tener malos hábitos.

Solo tenía uno.

Le gustaba fumar.

Al principio fumaba solo cuando estaba triste, luego un cigarrillo pasaron a ser tres.

Y así, Yoongi llegó a fumar hasta una cajetilla semanal.

Lo relajaba.

Lo encontraba inútil pero de alguna forma lo hacía.

Y entre cada calada que le daba, al igual que el cigarrillo, Yoongi se iba absorbiendo, perdiendo su escencia.

Se sentía cansado, decaído.

La rutina de su vida, la presión de su padre, sus estudios, ser lo suficiente bueno en su trabajo era como una soga en el cuello.

Así era, hasta que conoció a Jimin.

Fuiste un respiro de aire limpio entre tanto humo de cigarrillo.

Él le dijo que cuando quisiera fumar o se sintiera triste, lo besara.

Funcionó.

Aquellas cajetillas semanales se convirtieron en besos.

Y en su nuevo vicio.


— ¿Qué significa?

Preguntó Jimin, acariciando la tinta oscura que hacía contraste en la piel pálida de Yoongi.

— La constelación del delfín representa la muerte de un estilo de vida pasado y el nacimiento de una nueva. Significa prosperidad y orientación hacia nuevos caminos...

Y es que eso era Jimin.

Un nuevo camino. Un nuevo comienzo. Una buena vida.

El castaño sonrió.

— Es hermoso.

Yoongi lo miró y asintió.

Eres hermoso.

— Lo es.


Yoongi no ha vuelto a fumar desde entonces.

Tampoco ha vuelto a probar los labios de Jimin.

Y como podría hacerlo, si aquellos labios no los iba a encontrar en ninguna tienda.

En ningún lado.

Tattooed heart ; yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora