Cuando me desperté, todo estaba aturdido. Nada tenía sentido, y mi espalda me estaba matando. Protestó cuando me estiré de la bola que había formado y los espasmos se dispararon, casi grité, pero eché una mano sobre mi boca para amortiguar el sonido. No podía hacer ruido.
Un sexto sentido me puso alerta, pero luego fruncí el ceño cuando diferentes ruidos se sintieron detrás de mí. Una olla resonó contra una sartén, y hubo un chisporroteo de algo que se freía, el que fue cubierto rápidamente con una maldición antes de que la alarma de incendios se activara. Me di la vuelta mientras me encontraba en medio de un colchón tirado en un rincón de una sala de estar.
Examiné a lo largo de los dos sofás frente a mí que me encasillaban en la esquina, y lo recordé: Estábamos en casa de Ben.
Emily había estado gritando y llorando.
Emily fue violada.
Caí de nuevo sobre el colchón con un golpe.
Jeremy Dunvan.
El pánico creció en mi, pero luego la puerta se abrió de golpe. Salté hacia atrás y grité. Seguí gritando cuando se cerró de golpe y alguien corrió hacia la sala de estar. Aunque veía que era una amiga, no podía dejar de gritar.
"Jeremy"
Mi propia voz me impresionaba. La explosión de la pistola volvió y me pareció ver mi mano retroceder de nuevo.
"Debes quedarte callada, sino la gente te oirá"
Con un grito angustiado, cerré la boca y me derrumbé. Inclinándome hacia adelante, enterré mi cabeza en la almohada. Otro chillido me atravesó. ¿Que había hecho con la pistola? Oh dios. Había dejado pruebas. No podía recordar dónde la había puesto.
Unas suaves manos tocaron mi hombro.
—Alisson.
Oí la voz de Amanda, una de las pocas personas en quien confiaba. Ella se arrodilló a mi lado y me aferré a ella.
—Vamos. Levántate. —su dedo se deslizó debajo de mi barbilla y levantó mi cabeza. Jadeé en busca de aire, no podía respirar. Todo mi cuerpo se retorció hacia adelante, y empecé a golpear mi pecho. Él pánico se arremolinaba ahí. Me estaba ahogando. Oh dios. El arma.
¡Slap!
Mi cabeza giró hacia la izquierda, pero nunca sentí el aguijón de su mano. Fue suficiente para que me tirara hacia atrás, así podría respirar de nuevo. Aclaré mi visión mientras sentía mi pulso reducir la velocidad y agarré los codos de Amanda.
—Gracias.
Ella se empujó el cabello rubio de la cara y sonrió. Era una sonrisa amable, y no me importaba que fuera de piedad. La agarré y la aferré con todas mis fuerzas. Ella no tenía ni idea, no podía tenerla, pero estaba allí.
Di una respiración entrecortada.
—Amanda.
Ben se detuvo en la puerta entre la cocina y la sala de estar. Tenía un delantal blanco atado alrededor de su cintura y estaba con el torso desnudo. Los pantalones vaqueros que llevaba debajo estaban arrugados y rotos en las rodillas. Parecía que había dormido con ellos, pero luego vi las rayas en su pecho y me di cuenta que había dormido sobre ellos. Había sostenido a Emily durante toda la noche.
Ella hizo un gesto con la mano hacia él.
—Estamos bien. Estaremos allí en un segundo, ¿de acuerdo?
Él entrecerró sus ojos oscuros.
Fruncí el ceño mientras veía lo despeinado que tenía el cabello, como si una mano hubiera corrido a través de su cabeza una y otra vez. Vi las marcas rojas de arañazos en su pecho y me disparé sobre mis pies.
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Carter Steele™
Teen FictionAlisson decidió saltarse el gimnasio y se fue a casa temprano. Fue la última decisión fácil que tomó, porque encontró a su compañera de habitación siendo violada por su novio. Tenía dos opciones. 1- Llamar a la policía y ser asesinada por las conexi...