𝐀𝐂𝐄𝐍𝐃𝐑𝐀𝐃𝐀-𝕿𝖍𝖊 𝖜𝖎𝖙𝖈𝖍𝖊𝖗

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—𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘 𝐘𝐎𝐔𝐑

       𝐒𝐎𝐔𝐋 𝐈𝐒 𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍—

Las almas gemelas tiene su origen desde los tiempos antiguos. Cuentan los viejos libros que cuando la fuerza mayor denominada destino apareció trajo con sigo la magia y luego fueron creados los dioses. Cansados de estar solos decidieron crear las almas,que luego serian transformadas en seres vivos que abitarían la tierra. Pero los dioses al ver que sus primeras creaciones no soportaban la magia que portaban sus almas decidieron dividirlas. Fueron benevolentes al dejar que las dos partes del alma se reconocieran por una marca que poseerían sus cuerpo, siendo capaz de sentir cuando la otra parte estuviera cerca por medio de esta. 

No había ser vivo que no tuviera un alma gemela, pero eso no significaba que todos lograran conocer a su otra mitad. Muchos eran los casos en los cuales la otra mitad del alma ya no se encontraba en este mundo cuando la otra parte aparecía en el plano, es decir que había casos donde la persona llegaba a este mundo cuando su otra mitad ya había muerto. Ambas almas debían de esperar al próximo renacimiento para poder encontrarse. Desde pequeña Caliope había rezado para que este no fuera su caso. Por mas estúpido que sonara, ella no quería vivir sin su alma gemela. 

Su marca era hermosa ante sus ojos, para ella era la cúspide de lo magnifico—Aunque todo lo que tuviera que ver con su alama gemela la maravillaba—La marca consistía en un dibujo de un lobo tan blanco como la nieve con ojos dorados como el oro, le gustaba pensar que estos eran tan brillantes como el sol. Su familia rezaba para que esto significara que era algún noble de alta cuna con procedencia de alguno de los reinos del norte pero eso a ella no le importaba, ella solo quería que la amara. Con eso seria suficiente, el dinero era lo de menos. Ella seria feliz viviendo en una pequeña cabaña con su persona destinada. Muchos la llamaban soñadora por esto, pero al mismo tiempo se sentían contentos que personas como ella existieran en un mundo tan oscuro y avaricioso como este. 

Caliope siempre había sentido una conexión con la naturaleza, era como si esta la llamara a explorarla y estar en contacto con ella. Desde muy pequeña había estudiado sobre las plantas —Sobre todo las medicinales — Con su conocimiento acerca de la naturaleza había podido ayudar a miles de personas, al igual que le servia para saber que camino debían de escoger cuando se encontraban viajando. Aquellos les había valido de mucho cuando se trataba de evitar monstruos.  Es por esto que se habían desviado de su camino original, sin querer terminaron en el confín del mundo habitado o mejor conocido Posada de Arriba.  La pequeña ciudad de Posada de Arriba parecía un lugar encantador, el aire era cálido y había varios cultivos pero por lo que podía ver ninguno era de plantas medicinales así que lo primero que haría seria acercarse a vender un par de sus plantas en el mercado mientras que Jaskier iba a la taberna a ganar dinero o comida en el peor de los casos. 

—Recuerda recoger la comida si te la arrojan, especialmente si es pan. Últimamente parece aumentar de precio y mas en esta región. No se como el pan puede ser tan costoso en una región que cultiva maíz —Jaskier solo asintió y rodó los ojos. Confiaba en el instinto de su melliza en cuanto a evitar monstruos se tratase pero aquella ciudad no lucia muy lujosa y por lo tanto lo mas seguro es que los habitantes no le pagaran por sus servicios. 

—Todo seria mas fácil si cantaras conmigo—Caliope rió ante el rostro de molestia de su hermano. 

—Querido hermano, lo siento pero no. Amo cantar pero tus canciones no son muy dulces que digamos—El castaño la miro indignado ante sus palabras —Ademas debo de sacar provecho de las hierbas que recogí en el camino—Le recordó mientras subía la capucha de su capa, no quería ser reconocida. No mientras hacia negocios. La gente usualmente asociaba su inocencia con ignorancia y trataban de estafarla. Nunca lo habían logrado pero era tedioso el verlos intentar. 

—Si, si—Rodó los ojos por segunda vez en menos de cinco minutos —No queremos que tus dulces labios canten mis vulgares canciones —El sarcasmo era palpable en cada palabra —¿Sabes que necesito? ¡Una musa! —La rubia suspiro ante lo ultimo. Lo ultimo que necesitaba era tener que apelar -De nuevo- por el bienestar de su hermano. En la ciudad anterior tuvo que llorar ante un noble para que no degollara a su mellizo por dormir con su hermana. 

—Jaskier no—

—Jaskier si—

—Hermano mio, temo que un día voy a despertar con el cabello verde por tu culpa —El poeta jadeo ofendido.

—¡Hey! Yo no te digo nada cuando gastas nuestro dinero en los pobres —Caliope soltó una risilla y le sonrió dulcemente. 

 —Eso es porque sabes que estamos haciendo el bien al hacerlo, esa pobre gente es tan miserable —Bajo la cabeza al recordar los niños en desnutrición y a las niñas que desde temprana edad eran obligadas a prostituirse . Jaskier se reprendió internamente al ver como el estado de humor de su hermana cambiaba. Tomo su mano y la apretó delicadamente. 

—Es por eso que te tienen a ti, la dama dorada—Sonrió tratando de animarla—La única luz en este mundo —Caliope alzo la cabeza y le brindo una pequeña sonrisa. Tenia razón, ella se había prometido ser un sol para la gente infortunada—Ahora apresúrate antes de que se vayan los mejores mercaderes —La rubia le dio un beso en su mejilla antes de partir hacia el mercado —¡¿Nos vemos al atardecer en la salida?!—Grito llamando la atencion de los que se encontraban cerca. La mas baja solo rió desde la distancia y grito un "¡Si!"  —¿Que hice para merecer a un hada de hermana? Estoy seguro que el Jaskier del pasado tuvo que ser un monje o algo así —Murmuro antes de dirigirse a la taberna.