Kageyama e Hinata suelen pelear mucho, eso no es secreto para nadie, es prácticamente obvio
—Hinata, ¿Eres omega, alfa o beta?
—¿Eso importa Suga-san?
—Si, por la resistencia y rendimiento
—Soy omega
Kageyama casi se desmaya al escucharlo..¿Osea que por eso siempre que se acercaba a Hinata podía olfatear un dulce aroma a naranja?
—..Dios
Susurró en shook soltando la pelota... Hinata era su omega. Ahora se arrepentía completamente de ayer haberle gritado con su voz de alfa, seguramente lo había aterrado
—..Hinata
—¿Qué quieres cansayama-kun?
—Practiquemos juntos
—..Bien
Hinata estaba molesto, pero cumpliría su promesa de recibir agradecidamente cada levantada del pelinegro
Luego del entrenamiento todos de vistieron y fueron camino a casa. Hinata estaba un poco incómodo e irritado
—¿Hasta cuando piensas seguirme?
—Hasta que estés frente a tu casa
—..¿Por qué?
—Porque alguien te podría hacer algo
—..¿Aa?
—Un omega virgen caminando solo, a las diez de la noche por los sectores más solitarios de Miyagi..¿Qué malo crees que podría pasar?
—..Bien, pero no camines tan cerca
—Hinata
—¿Si?
—Haz pensado en..¿Tener hijos?
—¿Hijos?..pues no, pero soy omega, así que creo que eventualmente terminaré teniendo algunos cachorros
—¿Dónde aprendiste la palabra "eventualmente"?
—La aprendí con Yachi-san, ella es muy inteligente, sabe muchas palabras
—Ah..
El pelinegro no se sentía realmente celoso, ya que Yachi también era omega, así que suponía que no habría riesgo
—¿Y tú?, ¿Haz pensando tener hijos?
—Pues..me gustaría uno después de la boda y cuando ya tenga un título universitario, para así poder mantener a mí familia
—¿Cuántos hijos te gustaría tener?
—Tres
—¡¿Tres?!
—Si, un hijo mayor, y dos mellizos. Sería lindo, supongo
—Ojalá no saquen tu personalidad, en cuyo caso estarían condenados
—No pienso golpearte esta vez..eres omega, si te golpeó te dolerá demasiado
—Llegamos
—Te veo mañana
—Vendré por ti mañana a las seis
—¿Eh?..bien
Susurró confundido Hinata entrando a su casa, Kageyama estaba raro
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.
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Al día siguiente todo fue normal, hasta que llegó la hora del almuerzo. A Hinata le temblaron las piernas y cayo de rodillas la suelo
—..Maldición, debía llegar en cuatro días más
Susurró temblando sonrojado. Kageyama pudo olerlo desde el segundo piso. Corrió lo más rápido que pudo, se acercó y lo abrazo fuertemente, protegería a su omega, no dejaría que nadie lo lastimara
—..Ah..así que por eso estabas tan atento ayer
Susurró el pelinaranja al sentir su olor, ahí comprendió todo..eran destinados
