Si a un dios le preguntas “¿prefieres recorrer el infinito o quedarte solo?”, posiblemente te responderán los más avispados que es una pregunta trampa, “Si recorres el infinito al final te quedas solo, así que elegiría la segunda, quedarme solo. Igualmente la soledad es algo que puedo solucionar con un simple chasquido de dedos”
Aunque realmente, todo tiene limites, como la velocidad, la imaginación, incluso el propio infinito ni nadie es todopoderoso, tampoco puede vivir siempre. Desgraciadamente, es algo que todas las criaturas, vivas y no vivas, tienden a olvidar, incluso nosotras, la nada, como yo que estoy narrando esta historia para simples y, a nuestra vista, no tan insignificantes mortales, mortales curiosos que han abierto este libro por el título, bueno si es que no se ha perdido este texto narrativo en los confines del espacio.
¿Por dónde iba? ¡Ah, sí! Ya me acuerdo, los seres tendemos a olvidar ese dato aunque mi naturaleza suele recordar y recordárselo a todos, quizás por eso no tenemos tantos visitantes, ni los dioses quieren venir a pisar nuestro territorio para que no le explotemos su pequeña burbuja que se han creado ellos, ignorando el hecho que se vera reventada en algún punto de su larga vida.
Para explicar un poco más porque los dioses, de los que me referiré ahora y en adelante como deidades la gran mayoría de las veces, existen, tenemos que explicar un poco el concepto fe, pero es un concepto demasiado complejo a si que voy a explicar como entiendo yo como es que existen los dioses y sus creyentes. Los creyentes piensan en un dios que aún no existe, aunque sea un grupo pequeño, será suficiente para que el dios se crea, o mejor dicho “nazca”, entonces al existir el dios, más personas creen y más fuerte se hace el dios, es mejor mirarlo en círculo, sin deidad no existe sus creyentes, ni creyentes sin deidades. Quizás por eso, ellos aman que se les construya lugares de culto como iglesias, templos y alguna otra estructura que seguramente abre olvidado comentar.
La población de deidades es realmente muy poca si hablamos de los que existen actualmente, diría que un diez por ciento de los millones de dioses que han navegado y creado por este cosmos son los que aún se mantienen en pie. Aunque puede ocurrir, que dicho dios está muerto y sus seguidores hagan parecer que siga estando ahí. Explicado ya el que una deidad pueda existir, es importante entender como son reclutados los súbditos, las almas. Puedes ser un ángel o un demonio, eso aquí no es sinónimo de bueno o malo, solo que iras a determinadas tareas, como un castigo, un ángel suele dedicarse a tareas hacia el dios que sirve, y un demonio suele dedicarse a decidir a donde vas y con que dios, pero puede ser no castigado, y cuando eso ocurre, vienes aquí a la bonita nada, junto al polvo de estrellas y las lagrimas de las más preciosas piedras que crean la tenue luz que usamos para iluminar nuestro territorio, no es nada tenebroso, al contrario, es algo fascinante, perfecto para descansar luego de toda una vida de trabajo, no te preocupes, puedes reencarnar, pero eso es otro tema que no se si explicare hoy, quizás otro día os cuente sobre la mansión de los olvidados.
Lo siento, tiendo a irme mucho por las ramas de mis pensamientos cuando hablo, volviendo al tema de las deidades, actualmente se han vuelto muy orgullosos, tercos, egocéntricos y enormemente hostiles, ni los grandes elementos pueden controlarlos y han decidido hacerse a un lado y dejar que la situación siga su curso, los más problemáticos con los grecolatinos y los nórdicos, aunque personalmente son entretenidos, nunca te puedes aburrir de verlos, siempre salen con alguna pelea nueva, con alguna trastada o con algún giro inesperado por sus partes, luego el dios sin nombre, dueño de dos de las más grandes religiones existidas, suele presumir de ser el más poderoso, personalmente odia que sus seguidores le hayan dado una apariencia que no le corresponde, su hermano es el que más veces nos suele visitar, lejos de la vista mundana, el no es malo, solo un ser con un trabajo horrible, tener que decidir si es castigado o mandado a la nada es cruel.
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La caída de la última deidad
FantasyLuego de siglos relativos en el espacio tiempo surge una nueva deidad de una naturaleza diferente, Eneas. En un lugar donde los dioses de han vuelto hostiles y orgullosos, luchando por ver quien de ellos es el más poderoso. Eneas junto algunos fiele...