Capítulo 1

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Camino entre las cenizas que ha dejado el incendio de ayer, el olor a quemado inunda mi nariz, a pesar de las advertencias de las autoridades me adentré al bosque.

¿La razón?

Ninguna, siempre me a encantado venir al bosque desde que mi abuela me contó sobre un mito sobre este lugar, mis botas se hunden en el lodo que también ha provocado la lluvia de ayer. La madre naturaleza y los bomberos trataron de controlar las fuertes llamas que empezaban amenazar el pueblo, fue un espectáculo maravilloso.

Me detengo a observar a mi alrededor y tomo una profunda respiración para luego soltarla y ver el vaho que se forma frente de mí, gracias al frío. El lugar que siempre he visitado ya no es el mismo, todo a mi alrededor ya no es vida, todo es ceniza.

Busco la piedra en la que siempre suelo sentarme, pero antes de poner el culo sobre la roca escucho un ruido a mi derecha, me pongo alerta y agudizo mi oído, vuelve de nuevo y los latidos de mi corazón empieza acelerar, deslizo mi mirada por todo el lugar mientras trato de regular la respiración mientras que detrás de un árbol que se encuentra en el suelo, que parece más carbón, aparece un gato negro, el minino me mira atento, levanta su cola y camina con elegancia hacia mí.

Jamás había visto un animal doméstico perdido en un lugar como este, solo, frío, sin agua y mucho menos sin comida, seguramente se ha escapado recién de su casa. Ya que una bola de pelos no sobreviviría ante los depredadores que asechan en la noche.

De repente un ardor mezclado con dolor en mi pierna derecha hace que me vuelva centrar en él, ya que con sus garras se ha prensado en mi pantalón y el filo ha traspasado hasta tocar mi piel. Me agacho con intención de cargarlo, pero el muy condenado se atreve a gruñirme provocando que de un pequeño brinco. Se vuelve a escuchar otro extraño ruido él corresponde con un chillido provocando que mi piel se erice, logró tomarlo sin que me lastime y se deja acariciar por un momento ya que se pone alerta mirando a nuestro alrededor y sus orejitas se bajan a la vez que muestra sus dientes como si estuviese listo para atacar.

Escucho como una rama cruje detrás de mí y rápidamente volteo a ver, no hay nada. El gato llora en mis brazos y es entonces que veo una sombra acercándose a mí de una manera rápida.

Sin pensarlo dos veces empiezo a correr hacia afuera del bosque, ya conozco el camino por lo que no es difícil regresar de inmediato a mi casa. Cuando llego abro la puerta sin soltar al felino quien esconde su cabecita en mi pecho. Miro a través de la ventana que está al lado de la puerta, mi corazón bombea y jadeo cuando veo que las ramas de los árboles se mueven con ferocidad. Para luego quedarse quietas como si nada a pasado.

—¡Ax! —grita mi madre de alguna parte de la casa. Pero no respondo, ya que estoy atento mirando el bosque. —Ax, pensé que ya te habías ido para la universidad.

Giro mi cabeza y veo a mi madre frente a mí con su ceño fruncido y sus brazos apoyados a sus caderas en modo de jarra. Luego ella baja la vista a mis brazos y mira al gato entre mis brazos.

—¡Oh por Dios es hermoso! —exclama corriendo hacia mí para arrebatármelo de los brazos.

Si, mi madre adora mucho a los animales en especial a los gatos.

Dejo que lo tome ya que sé que con ella no corre ningún riesgo; lo coloca en sus brazos como si fuese un bebé y le empieza acariciar la cabeza, el muy sin vergüenza de inmediato cierra los ojos ante el tacto cariñoso de mi madre. O sea, antes estaba arisco y con mi ella se va como si nada Are you okay with my head michi?

—Lo encontré en el bosque —le digo a mi madre.

—Es hermoso —no aparta la vista de él y lo sigue acariciando—pobre, a de haber pasado bajo la lluvia.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2021 ⏰

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Lágrimas de un demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora