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Mamá...

Creo que no tienes idea de cuánto te quiero y cuánto te querré, aunque pensándolo bien debes imaginartelo  muy pero muy bien, porque estoy seguro de que no existe en el mundo una persona que sea capaz de amar de una forma tan inmensa como tú lo haces, créeme que lo estoy intentando... Pero no soy capaz de plasmar en estas líneas todo lo que me viene al corazón cuando pienso en ti, lo intentaré...

Eres una gran mujer, llena de títulos de los cuales no alardeas y tan fuerte que puedes con todo, absolutamente todo antes de que algo se lleve la felicidad de las personas que amas. Cuando era niño creía que eras una especie de heroína, fantaseaba con tus superpoderes, era un niño. Ahora que ya soy un adulto estoy seguro de que lo eres.

En cada momento te hiciste cargo de mis heridas cuando de niño me caía y luego de adolescentes te hiciste cargo de mis heridas en el corazón, porque no sé si te lo he dicho pero siempre te consideré mi mejor amiga, mamá.

Fuiste mi niñera, mi enfermera, mi profesora, mi maestra de la vida... Mi eterna acompañante. Siempre has sabido cómo tratar mis desvelos y mis preocupaciones, se que algún día me contarás cómo adquiriste esa gran habilidad porque ser tu hijo ha sido un privilegio y quiero que mis hijos sientan lo mismo.

Aunque muchas veces te vi vencida, sobre todo en aquellos días donde el amor de tu vida partió de este plano terrenal, en tus ojos vi que las batallas del día a día y de la vida, nunca te doblegaron y se que en el futuro seguirá siendo así porque tú sacaste adelante a este servidor que hoy te redacta estas lindas palabras, tienes un poder inmenso. Sabes porque estoy tan seguro? Por muchas razones pero una en especial y es que pasaste años forjando escudos y espadas para protegernos con el más duro y puro de los aceros, tu amor es el culpable de que no me conforme con cualquier cosa, de que siempre quiera más y de que siempre ponga mi mirada en el atardecer del horizonte en busca de lo mejor para nosotros, mamá...

Haz predicado con ejemplo los valores más importantes que hoy tengo y que siempre conservaré, amar con todo mi corazón, tener una mano para dar y otra para recibir, a ser humilde y a aferrarme de mis creencias por encima de todo, la más importante, amar a mí familia.

Haz luchado contra viento y marea, haz calmado las oscuras tempestades que en mi habitaban y aunque muchas veces te hice daño siempre encontré el camino entre tu corazón y tus brazos. Cuando más pequeño me he sentido, más grande han sido tus abrazos.

Gracias a ti hoy se que mis sueños me pertenecen y que los mismos no tienen fecha de caducidad.

Gracias por colmarte de paciencia a la hora de ver mis errores y gracias por todas esas veces que me hiciste sentir que los problemas no eran tan grandes como creía solo para no sentirme ahogado cuando en realidad tú te ahogabas por mi. Eres mi mayor privilegio, mi mayor regalo, te lo mereces todo porque me has entregado la vida y muchísimo más.

Dormías con un ojo abierto hasta que no oías que llegaba a casa después de una noche de fiesta con mis amigos, muchas veces me diste tu plato de comida, te aprendiste todas mis locuras solo para sentarte a hablar conmigo en aquellas noches donde la luz no nos acompañaba, porque has tenido la paciencia de conocerme hasta saber lo que pienso. Gracias por ser la maestra de mi vida.

Te amo ma.


TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora