✿℘ Demesne┊TanMui [ Cancelada ].

❥ Capitulo 1 .୭̥

No te brinques el prólogo (´｡• ᵕ •｡')♡

—¿Qué es eso? Huele asqueroso. —se quejó el menor sin medir lo brusco que podía resonar su voz al parecer sumamente irritado. —No sé por qué intentas alimentarte con esa mierda nada apetecible. —masculló furioso.

—Eres un demonio, deberías comerlos. —habló son expresiones ni prejuicios ante el comportamiento del menor. —Pero no hay forma de que debas hacerlo, de todas formas serás nuestro demonio a prueba. —mencionó mientras le veía directo a los ojos, una mirada amenazadora, asesina de no ser porque el pequeño le daba prácticamente igual.

—Sí. Lo sé. —respondió sin importarle realmente. Muichirou era un descendiente directo del aliento solar, lo que significa que tenía probabilidades de ser similar o igual a los Kamado, siendo los Tokitos una descendencia directa. Cabía la mínima posibilidad de que sí el menor no consumía carne humana durante mucho tiempo, podría presentar los mismos signos que Nezuko y así ser un demonio inmune al sol. Lo que beneficiaría tremendamente a Muzan Kibutsuji. Sí, esa era la idea que pasó por la cabeza de la luna y la que les permitió darse el lujo de salir huyendo tan pronto fuera posible. —Uhg. —se quejó mientras se daba cuenta que baba salía de él, como sí de un momento a otro su instinto le pidiera a fuerzas alimentarse. —N-No... —logró articular en palabras. Kokushibo se dio cuenta por lo que enseguida lo apartó lejos de allí.

Encerrado de nuevo en aquella habitación tan lejana de todos los demás, sabía bien Kokushibo que Muichirou no debía andar con demás demonios que lo insistirán a consumir carne humana. Aún no era tiempo para saber sí el pequeño sería capaz de resistir la gama que emanaba la gran estrella que posaba el cielo tras el día, que bien sería capaz de hacer que todas sus células desaparecieran tras una llama ardiente.

Pero eso lo aburría, de hecho, se encontraba aburrido todo el tiempo. Aún poseía aquella sensación de que algo le faltaba, le frustraba el no saber qué cosa precisamente. Sentía en lo más fondo de sí que posiblemente se trataba de algo que podría hacerlo feliz, quizás algún juego, comida, pasatiempo o posiblemente una persona. No estaba seguro sobre qué, menos lo sabría sí se encontraba encerrado todo el tiempo.

Empezó a formular un plan. Salir por un tiempo no le vendría mal, al menos durante la noche y sabía que estaría en esa habitación por días, tiempo suficiente de no ser vigilado al cien por ciento. Su idea era dejar una marioneta parecida a él, eso le daría mayor tiempo en no ser descubierto una vez vieran su habitación. Otro de los pasos consistía en irse sin ser percibido por su técnica de sangre, la cual le permitiría desaparecer entre la niebla y no ser percibido hasta llegar a su destino, muy sigilosa al parecer.

Una vez que no aguanto más con aquel sentimiento, decidió llevar todo acabo. Muichirou también tenía la capacidad de cambiar alguna materia por alguna figura que se le ocurriera, en este caso tomo los restos de una silla rota de madera para usarlo de molde, y así lograr hacer su marioneta con semejanza a la suya.

Tokito se sentía sorprendido de que su plan fuese a la perfección, nadie intervino y logró escaparse en un extenso bosque. Percibía todos los olores pero ninguno le llamaba la atención, ninguno daba con la respuesta que tanto ansiaba saber. Ni siquiera le llamaba la atención a los pocos humanos con los que se topó, sabía que debía adaptarse al plan que tenía su superior, por más que le costarán las ganas de romperlo e ir por esa deseada pero a la vez asqueada carne, no lo hacía, no debía hacerlo. Sí quería encontrar respuestas a su incógnita no debía dejarse perjudicar por aquellos mundanos deseos que lo consumían poco a poco, sí se encontraba vivo era por ese objetivo. Tenía en claro que no debía romperlo.

Además su ida no debería durar demasiado tiempo, no quería ni pensar en el hecho de que sería perseguido por todos los demonios sin descansar. Sí bien tenía la fuerza de deshacerse de la mayoría, no pretendía ni tenía intenciones siquiera de intentarlo, o por lo menos no aun.

Mientras se perdía entre los árboles se percató de una conversación que le haría tener curiosidad sobre algo más, por instinto creyó que podría ser parte fundamental de lo que tanto buscaba. Quieto y recostado para no ser visible sobre un árbol, escuchó.

—Nee, nee, ¿Es cierto que los demonios eran humanos, mamá? —preguntaba un niño pequeño quién sostenía tranquilamente el brazo de su madre, la cual llevaba ciertas verduras en una canasta.

—Sí, antes eran humanos. —confirmó la mayor. —Pero por circunstancias, dejaron de ser humanos... Para volverse en las bestias despiadadas que son. —mencionó con rabia por recordar el simple hecho de todo lo que ocurría por culpa de ellos, los demonios. —Perdieron su humanidad una vez se transformaron, ellos no tendrían piedad sobre ti mi niño. —se incoó a su altura para verle directamente a los ojos. —Así que sí ves uno, huye lo más rápido que puedas, ¿Entendido?

—Entendido... —sollozó. Su madre se acomodó de nuevo para tomarla bien de la mano, con el fin de continuar su caminata hacia su hogar. Muichirou solo se quedó pensando tras haberles visto.

¿Posiblemente él era un humano antes? ¿Por qué no podía recordarlo? ¿Sería que sus memorias pasadas son las razones por las que él siente que ha perdido algo importante? Confundido suspiró profundamente y continuó sin algún rumbo, perdiéndose una vez más en aquel bosque de una noche cualquiera.