Sasuke, un gran empresario que sentía que su vida era todo una rutina, sentía que algo muy importante faltaba en ella hasta que dio con un kitsune que sin duda cambiaría su vida
-Ah, ah, así Sasuke, Mnh -gimió al sentir como metía y sacaba el consolador vibrante una y otra vez tan lento para después subir la intensidad
-Te gusta mh?
-Nya!, S-si, Sasuke, m-me encanta ah!
.
El varón adentro más el vibrador en la entrada rosada del rubio hasta dejarlo en el fondo, cargo al ojiazul tomándolo de sus muslos y se dirigió a la cama, lentamente lo bajo para después voltearlo y dejarlo en cuatro, al estar el rubio esposado, este no pudo sostenerse quedando asi su cara pegada al colchón mientras su trasero estába bien alzado gracias a las manos del varón que lo sostenía, con una de las manos, Sasuke lo comenzó a penetrar de nuevo con aquel juguete vibrante mientras que con su otra mano dejaba bien marcada la cintura del Kitsune, los chillidos y gemidos ponían más caliente al azebache de lo que ya estaba, sin pensarlo, adentro su gran pene junto al vibrador en la entrada carnosa del zorro, el gran grito no se hizo esperar por parte del ojiazul, su entrada palpitaba, admitía que le encantaba y se lo hizo saber al azebache por medio de sus acciones
El pequeño Kitsune comenzó a tratar de mover sus caderas para sentir aún más esa sensación que lo llenaba por completo
Una, dos, tres estocadas más y sentía como ese líquido blanquecino llenaba sus entrañas, sentía todo en su interior caliente, y sin poder evitarlo, de igual manera estallo, este momento era especial, sintió toda la increíble energía en todo su cuerpo, esto le hacía querer seguir y seguir hasta que sus cuerpos no dieran para mas
-Ah, ah! Así, Así, lléname!, No pares mhn! Nya!!!
-lo sujeta fuerte del cabello- Dime Kitsune, te gusta eh?, te gusta sentirte llendo Mnh -preguntó con voz ronca de la exitación para después darle una sonora nalgada al rubio, el cuál no pudo evitar responder en medio de gemidos y gritos placenteros
-Nya, si amo, me e-encanta, quiero más, ah!
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Sasuke tenía que admitir que esa noche fue la mejor de su vida, más cuando su Kitsune se probó unos atuendos de lencería y uno que otro juguete más que posición en el cuerpo del rubio, diablos, cada que lo recordara no dudará en tener una erección justo en ese momento
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