Activistas por la "paz"

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2015 - Marzo
Son las 9 am y es todo tan tranquilo, que no nada podría salir mal.

Almenos eso piensa Jess.
Una joven estudiosa, virtuosa, carismática y encantadora.

Se coloca sus zapatos para ir al colegio.
Apenas sale de su casa adoptiva, toma diferentes atajos, quizás para endulzar su día un poco, y para no hacerlo tan rutinario.

Cruzando la avenida principal, se topa con un desconocido con quién choca.

-Oye, grita Jess.
A lo que el chico quedando fascinado con ella, le observa asombrado y contesta con un...
-Disculpeme señorita.

Jess se aleja lentamente de su encuentro y se dispone a subir al metro.

Unas calles más adelante, se percata de que alguien la sigue.
Voltea y rápidamente gira su cabeza otra vez.

-Es él...

Temerosa, apresura el paso y desciende por las escaleras.

Justo cuando están por cerrar las puertas del vagón.
Es empujada por nada más y nada menos que aquél chico con el que se había topado antes.

-¡Oye!, vuelve a decirle pero esta vez en voz baja.
-Disculpa. Dice Nolan.
El metro avanza y a unos segundos de haber partido, un pasajero camina y llega a donde se encuentra Jess.

El sujeto parece estar nervioso.
Pega su cuerpo al de Jess y Nolan se da cuenta de sus malas intenciones.

Nolan se acerca y le pide que porfavor deje tranquila a su amiga.
El sujeto lo mira con desagrado y se retira lentamente.

-Gracias, dice Jess en voz baja.
¿Sabes que es lo mejor de esos sujetos?
La chica lo mira con asombro pensando que él es de esos.
Nolan le sigue explicando...

-Lo mejor de esos sujetos, es que cuando están cerca, puedes quitarles su cartera.

Jess sonriendo, le dice entre dientes.
-Así que eres ladrón.
A lo que Nolan responde con un sincero "Así es amiga".

Sonríen y se dan cuenta del potencial que ambos tienen para comenzar una vida llena de lujos.

-Imagina las estrellas, convertidas en diamantes.
-Imagina las rocas solidificadas en oro puro... Dice Nolan con una tierna y dulce voz.

-Salí ésta mañana pensando que el mundo me comería vivo.
-Pero ahora creo que soy yo quién lo está devorando, lentamente...

Jess, sonríe y le dice con una sonrisa pintada en su rostro.
-¿Diamantes eh?

Nolan le sonríe y comienza a reír a carcajadas.
Jess, divirtiéndose también ríe con sutileza.

Minutos más tarde.
Llegan a la estación, caminan juntos y ambos se detienen uno frente al otro.

-Entonces, ¿Te veré de nuevo?.
Pregunta Nolan.

-Mañana a la misma hora. Responde ella.

Se dan un abrazo y cada quien continúa su camino.

Al día siguiente, Jess con una sonrisa se levanta de buen humor y emprende su camino rumbo a la entrada del metro.

A lo lejos logra ver a su amigo Nolan.
Quien la está esperando con una rosa en su mano.

Jess, no puede creerlo y sonríe.
Corre hacia él y lo abraza.
Mira la rosa y la toma con su mano, pero Nolan no la suelta.

-Espera pequeña.
Dice con voz grave y misteriosa.
-Ésta flor no es para ti.
Pero si todo sale bien, obtendrás más de ellas.

Jess borra lentamente su sonrisa, baja su mano y trata de entender lo que le ha dicho Nolan.

-Ven.
Le dice en voz baja, sonriendo por el camino le explica lo que harán con esa hermosa flor roja.

Caminando por la acera, le dice lo que tiene que hacer.
Él se acercará a una chica que tenga bolso, Jess deberá entonces tratar de abrirlo y sacar su cartera.

Pero Jess, no está del todo convencida, inclusive pareciera que está preocupada.

-No temas... Le dice con voz profunda.

-No dejaré que te lastimen.

Se separan y esperan a una mujer con bolso a la vista.

No tarda mucho en aparecer una, y Nolan se le presenta de frente, diciéndole lo hermosa que está y que esa flor es para ella.

Pero Jess, no puede acercarse y abrir el bolso sin que se dé cuenta la mujer.
Aún así lo trata de hacer.
La mujer se da cuenta y grita.
-Auxilio, ladrones.
Nolan sujeta a Jess, y ella empieza a gritarle que la suelte.

-Por favor Nolan, sueltame.
Le implora, pero él no accede.

La mujer llama a la policía.
Nolan le sonríe a Jess.
Y ella lo mira cada vez más con tranquilidad.

De pronto llega una una patrulla, bajan los oficiales y le piden que ponga las manos atras de su espalda.

Jess empieza a sentir pánico.
La suben en la parte trasera del auto, y proceden a subir ellos.
Encienden el motor y se percatan de que la mujer ha colapsado en el piso.

-¡Oficiales!, grita Nolan.
Ellos corren a donde está la mujer.
Él les dice que es posible que tenga un infarto.
Camina hacia la patrulla y entra.
Pone en marcha el auto y se va dejando a los oficiales atras.

-No te preocupes Jess. Te dije que no te lastimaria nadie.

Jess con lágrimas en los ojos comienza a reír cada vez más y más alto.
La locura puede ser una dosis necesaria diariamente.

Quita a golpes el GPS del auto, arranca las radios y se dirige a un callejón.

Llegando al sitio, baja rápidamente y coloca una manta encima del coche.

-¿Y yo?, dice Jess.

-Espera aquí princesa... Le dice con aquella voz tan profunda y burlona.
Jess sonríe y se queda esperando a Nolan.

Por unos minutos se queda tendida en el asiento. Le entra sueño y sin saber pasa 1 hora.

Para cuando despierta Nolan abre la puerta y le pide a Jess que se acerque a él.
Así lo hace y Nolan la observa.
-Deberías hacerte un tatuaje en la espalda baja.
Jess le grita que le quite las esposas.

Nolan riéndose acerca unas cizallas y logra cortar la cadena.
-Listo.
Pero Jess, le pregunta por las esposas. Porque aún están en sus manos.

Nolan le responde con otra pregunta.
-¿Te gustan las pulseras?

Jess ríe y dice, -Así es.

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⏰ Última actualización: Apr 03, 2020 ⏰

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Irritable: Armas a sueldoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora